Betty Harris falleció en 2009. Estaba previsto que su herencia, una casa valorada en más de 13 millones de dólares, fuese a parar a su sobrina. Pero finalmente, y tras una larga batalla legal, será su vecina Beatrice Gray la que disfrute de ... la casa, de cuatro dormitorios, vistas al puerto, garaje para 6 coches y piscina.
Según el Daily Telegraph, esta anciana australiana de 95 años, estaba decidida a dejar su herencia a su familiar más cercana, su sobrina, hasta que se enteró de los planes de esta de ingresarla en una residencia para ancianos.
En ese momento cambió de opinión, y decidió que esta posesión sería para sus vecinos, que en los últimos años se encargaban de llevarle comida , y la ayudaban a moverse.
Un juez ratificó voluntad de la anciana, modificada en su testamento de 2005, reconociendo «si bien hay indicios que Harris sufría algún deterioro cognitivo fue capaz de firmar un nuevo testamento».
En su testamento anterior, de 1996, dejaba a su sobrina, Corrie Hart, como beneficiaria única. De momento se desconoce el uso al que van a destinar la vivienda sus nuevos propietarios.
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