Diez excursiones de verano por Madrid para disfrutar en familia
ABC selecciona diez rutas por parajes naturales para descubrir los rincones más bellos de la región madrileña
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12345678910A los pies del cerro Valdenoches
ABC Esta excursión de 4 horas (11 kilómetros de recorrido) permite observar un gran número de aves como el busardo ratonero (Buteo buteo), el águila-azor perdicera (Hieraaetus fasciatus), el buitre leonado (Gyps fulvus), el martín pescador común (Alcedo atthis), la curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), el ánade real (Anas platyrhynchos), la garza real (Ardea cinerea), o el búho real (Bubo bubo). El camino comienza en el Área Recreativa La Depuradora, al sur de Pelayos de la Presa, en el área que rodea el Cerro Valdenoches, una zona de frondosos bosques de pinos piñoneros, que cubren gran parte del suroeste de la Comunidad de Madrid.
El recorrido se realiza por el Cordel del Puente de San Juan, una vía pecuaria amplia y muy bien conservada por la que resulta muy cómodo caminar y que atraviesa bellos parajes serranos que constituyen un destacado refugio de avifauna. En verano es posible ver algún milano negro (Milvus migrans), aguilillas calzadas (Hieraaetus pennatus), oropéndolas (Oriolus oriolus) o papamoscas cerrojillo (Ficedula hypolueca).
De El Paular al territorio del buitre
ABC Esta ruta de unos 13 kilómetros (4 horas en total de ida y vuelta) está señalizada en todo momento, y comienza en el Puente del Perdón cerca de Rascafría, junto al Real Monasterio de Nuestra Señora Santa María de El Paular, que se conserva en un estado impecable y es Monumento Histórico Artístico Nacional. Desde allí parte el sendero entre bosques de pinos silvestres por la Vereda del Camino de Madrid, que llega a uno de los parajes más bonitos de la Sierra de Guadarrama, la Cascada del Purgatorio, con dos saltos de agua que forma el arroyo del Aguilón, y que está enmarcada dentro del territorio que ocupa la Zona de Especial Protección para las Aves Alto Lozoya.
Desde allí se pueden observar con facilidad las poblaciones de buitre negro sobrevolando las altas montañas silíceas de granito o gneis y otras formas redondeadas de menos altura. Suelen nidificar en pinos silvestres ubicados en zonas de ladera con pendientes pronunciadas, a altitudes que oscilan entre los 1.100 y los 1.900 metros. A la vuelta, si va con tiempo, no deje de visitar el interior del Monasterio de El Paular.
Caminar a la sombra de La Pedriza
ABC Esta excursión puede hacerse incluso en estas épocas de calor, ya que sólo dura una hora y media (4 kilómetros). Partiendo de la Rotonda del Montañero de Manzanares El Real, el camino toma la avenida de La Pedriza en dirección norte y avanza por ella unos 2 kilómetros. Después, hay que atravesar el aparcamiento del Tranco para tomar la Garganta de la Camorza, cuyo trazado coincide con parte de un sendero que se encuentra perfectamente señalizado con marcas de color amarillo y blanco.
Un kilómetro después se deja a mano izquierda un pequeño chiringuito, y se cruza el Manzanares por un puente y para continuar hacia la derecha por una pista amplia. Los cordeles del Hortigal y de Campuzano conducen finalmente a Canto Cochino, a los pies de La Pedriza, donde se pueden contemplar bellas vistas y aves rapaces. Desde Canto Cochino parten muchas rutas como la Senda de Quebrantaherraduras, el Itinerario Circular al Cancho de los Muertos o el Sendero La Autopista, pero son poco recomendables para inexpertos en estas fechas de altas temperaturas.
Dehesas bajo el Cerro de la Almenara
ABC Esta ruta de 11,5 kilómetros, que parte de la Casa de la Cultura de Fresnedillas de la Oliva, es de fácil recorrido y transcurre mayoritariamente a través del Cordel del Puente de San Juan, ramal de la Cañada Real Leonesa Oriental a su paso por el término municipal de Fresnedillas de la Oliva. El sendero recorre paisajes mixtos de dehesa, zonas de vegetación de ribera y otras zonas más degradadas con vegetación de sustitución. Destacan los grupos de encinares, que se encuentran en general en muy buen estado de conservación a pesar de la explotación.
Durante gran parte del camino se tienen unas magníficas vistas sobre la línea de cerros montañosos a la que pertenece el Cerro de la Almenara, de la Dehesa de Navalquejigo y de las Machotas. Es una zona enmarca dentro de la unidad de paisaje conocida como la rampa de piedemonte, próxima a importantes dehesas y que atraviesa áreas tan significativas para la historia de este municipio como la Degollada (con las ruinas del antiguo poblado de los Degollados), el arroyo de la Moraleja, y varios restos de fortines de la Guerra Civil.
En busca de nuestra fauna aérea
ABC Este paseo de 3 horas comienza en la Plaza de la Constitución de Valdetorres del Jarama y se dirige hacia la M-103 para tomar la Colada de Campoalvillo. Menos de un kilómetros después la vía se bifurca y hay que seguir de frente, por un camino de tierra algo más estrecho. Tras andar medio kilómetro, finaliza la Colada de Campoalvillo y el camino avanza otros dos kilómetros por caminos agrícolas, donde se pueden ver avutardas y sisones, así como aguiluchos, cernícalos y otras aves rapaces. Entonces aparece una nueva vía pecuaria, la Colada del Camino del Salobral, que lleva hasta las inmediaciones del núcleo urbano de Talamanca de Jarama.
Finalmente, y tras cruzar la M-103, se entra al pueblo por la calle de las Huertas, que conduce directamente a la Casa de la Cultura, final del recorrido. Desde allí, existen dos alternativas para volver al inicio de la ruta. La primera es deshaciendo el camino andado, pero hay otra forma más rápida y cómoda, cogiendo los autobuses interurbanos de la línea 197, que cuentan con una parada muy cerca de la Plaza de la Constitución de Valdetorres de Jarama.
Un baño fresquito después del camino
ABC El paseo que proponemos esta semana está recomendado para todo tipo de excursionistas ya que sus 9 kilómetros se recorren cómodamente y sin dificultades de terreno en unas 3 horas a pie, o una hora y media en bicicleta. La senda es circular, comenzando y terminando en la localidad de Pinilla de Buitrago, recorriendo la Colada de los Vallejuelos. la Colada del arroyo de la Vega al río Lozoya y el Camino de Gargantilla a San Mamés. Se trata de una camino bastante llano, que nos lleva hasta los pies del embalse de Riosequillo a través de senderos mesteños rodeados de muros de piedra y salpicados de fresnos, arces, zarzamoras y rosas.
En algunas zonas del área del embalse de Riosequillo se puede practicar la pesca, y además, el Canal de Isabel II ha creado en la cercana localidad de Buitrago de Lozoya, a partir del propio embalse, unas estupendas piscinas seminaturales que permiten disfrutar del entorno con un refrescante baño incluido. Estas piscinas están ubicadas en una zona arbolada que dispone de chiringuito, aseos y vestuarios, y están abiertas de martes a domingo de 11 a 20:30 h.
El aguilucho de la Cuenca del Henares
ABC Esta excursión de recorrido circular es especialmente atractiva al final de la primavera, ya que aparece coloreado por multitud de especies vegetales en flor; pero, una vez entrado el verano, solo es recomendable en horas muy tempranas, ya que no hay mucha sombra donde cobijarse. Tiene unos 12 kilómetros, que se completan en algo más de tres horas y media, con arranque y fin en la plaza de la Constitución de Pozuelo del Rey. El camino transcurre por la Calle Real, para abandonar el pueblo en dirección hacia Nuevo Baztán a través de una pista de tierra a la derecha de la carretera M-219.
Después gira hacia la izquierda entrando en los páramos típicos de la Alcarria de Alcalá, lleno de plantas aromáticas, como el tomillo, el cantueso o la retama común, y salpicados de encinas y cultivos de secano. A continuación, la senda transcurre por dos vías pecuarias, la Vereda de Torres y el Cordel de la Galiana, que en tres momentos atraviesan la carretera M-209, donde hay que extremar las precauciones. A lo largo del recorrido se pueden contemplar aves esteparias y rapaces, como el Aguilucho Cenizo.
Cañadas y senderos ancestrales
ABC Esta excursión es apta para los calores veraniegos, ya que tiene un recorrido circular (inicio y final en el mismo lugar) de sólo 12 kilómetros que se pueden completar en poco más de dos horas. La senda arranca en la localidad de Villavieja de Lozoya, cerca de Navarredonda, que bien merece una pequeña visita antes de lanzarse al camino. El paseo nos llevará por diferentes caminos, comenzando por la Colada de la Solana, donde se empiezan a obervar las principales formaciones vegetales del valle de Lozoya, desde los altos pinos albares hasta las frondosas fresnedas.
El recorrido continúa por la llamada Cañada de los Rendales, que después conecta con la Cañada del Tercio Nuevo y a continuación con el Camino de los Gallegos. Es en la ermita de San Mamés, germen de la población homónima que se levantó en las cercanías de Navarredonda, donde se inicia el camino de vuelta. En la zona también son dignas de visitar la Iglesia Parroquial de San Mamés y la Chorrera de San Mamés, uno de los saltos de agua más populares de la Sierra Norte, con treinta metros de altura.
Caminando por una ribera llena de vida
ABC La excursión comienza en el Parque Antonio Machado de Villaviciosa de Odón, que cuenta con un espacio natural de gran valor paisajístico, geológico y faunísticos. Desde este parque se baja por la calle de la Cueva de la Mora para cruzar el puente que salva la carretera M-506. Entonces se abre una vía pecuaria, la Vereda del Cerro de los Olivares y de la Cuesta de la Mora, a través de la cual el paisaje cambia de manera sorprendente. Los cultivos dejan paso a una vegetación de sotos y riberas típicos del curso medio del río Guadarrama, que empiezan a verse a lo lejos y que esconden numerosas especies de aves como el ánade real o azulón, el martín pescador común o la focha común.
Más adelante pueden verse abejarucos europeos, llegando a un cruce, muy cerca del cauce del Guadarrama, donde se gira a la izquierda. La ruta continúa en paralelo al río, hasta que un caminito a mano derecha permite acercarse a orillas del río Guadarrama, lugar perfecto para hacer una última parada relajante, bajo la sombra de la vegetación, antes de regresar a Villaviciosa de Odón.
Una excursión de alma botánica
ABC Este paseo de unos 14 kilómetros (4 horas a buen ritmo, con una mínima equipación para montaña), arranca desde la Plaza de San Miguel de La Acebeda, abandonando la localidad por la calle del Puerto. La ruta avanza entre prados rodeados de melojos, fresnos y helechos comunes. Según se va ganando altura, van apareciendo genistas, cambrones y piornos serranos, con repoblaciones de pino silvestre habitadas por carboneros y otras aves de pequeño tamaño. La subida sigue por la Cañada Real Segoviana, y en la cumbre el pinar deja paso al matorral de altura, el piorno serrano y el enebro rastrero.
Después se llega al Puerto de La Acebeda, donde hay bonitas vistas, y donde comienza el descenso por la Cañada del Arroyo de la Peña o de la Cuerda, principalmente a través de un cortafuegos bastante empinado. A continuación, antes de llegar al pueblo de La Acebeda de nuevo, nos encontramos con una agradable sorpresa: la pequeña Ermita de los Prados del Saz, levantada en honor a la Virgen Blanca en 1975 en sustitución de la que existía en el Cerro de Peña Bubilla.
