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Las bodegas de Botín son las más aclamadas por el público - jose ramon ladra

Los comercios con más siglos y secretos de Madrid

La capital oculta en sus calles negocios centenarios que son hoy museos que hablan de sus gentes y su historia

tatiana g. rivas
Actualizado:

La capital oculta en sus calles negocios centenarios que son hoy museos que hablan de sus gentes y su historia

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  1. Casa Botín (1725). El restaurante más antiguo del mundo

    Las bodegas de Botín son las más aclamadas por el público - josé ramón ladra

    Un certificado de los Récord Guinness lo dice bien claro. El restaurante Sobrino de Botín es el más antiguo del mundo. Sus bodegas son el rincón más aclamado por los comensales, datan de 1590. Entonces, las murallas de Madrid terminaban justo en las lindes de este establecimiento. En las bodegas aún están las puertas que conducían a unas cuevas, a seis metros bajo tierra, que conectaban con las murallas para salir de la Villa. Esas entradas ahora están tapiadas. Cuando Jean Botín y su esposa fundaron este lugar era una posada. Instalaron el horno actual para vender comida a sus huéspedes. Desde 1725, cuenta su actual director, Javier Sánchez, este horno nunca se ha apagado. El secreto, que la leña de encina lo mantiene encendido por las noches gracias a las brasas.

    Botín pasó a manos de la familia González en 1920. Su cochinillo, cordero y su caldo castellano han sido degustados por los Príncipes, el presidente de Estados Unidos, incluso el literato Ernest Hemingway terminó dos obras en sus salones: «Fiesta» y «Muerte al atardecer» en este restaurante.

  2. Casa Hernanz (1860). Larga fila para sus alpargatas de leyenda

    Los hermanos Hernanz son la quinta generación al frente de este negocio - isabel permuy

    Cuando llega el buen tiempo, a las puertas de esta alpargatería se forman filas de gente descomunales. Su esencia está en que su producto es un calzado cómodo, económico (desde 6 euros), que no pasa de moda y que en su artesanía de más de 150 años de historia hay mucha experiencia. Jesús y Antonio Hernanz (en la imagen) son la quinta generación de la familia que abrió esta tienda en la calle Toledo, 18 en 1860. El mostrador es el original de aquella época. Por este establecimiento pasa mucha gente de la farándula, incluso la familia real: la infanta Elena y la hermana del Rey son clientes asiduos.

  3. Lhardy (1839). El rincón de la realeza y la aristocracia

    El espejo y el samovar ruso y la disposición de elementos de la tienda están intactos desde 1839 - ángel de antonio

    En octubre de 1926, el abuelo y tío de Milagros « Lhardy » se hicieron con la tienda-restaurante del francés que le dio el nombre. Ahora cumplen 175 años al frente de este negocio cuyos espejos, intactos desde el XIX, reflejaron los rostros más ilustres de los últimos dos siglos. Si se le pregunta a Milagros por su rincón favorito responde «el comedor japonés», cuyas paredes cuentan con un estampado oriental que se conserva desde 1839. También las gruesas cortinas se mantienen desde entonces, desgastadas en algunas zonas por el tacto de la gente. «No las pienso cambiar. Que toquen la misma tela que tocó Isabel II». La regente fue su primera clienta importante. «Éste era el único sitio al que venía fuera de palacio», afirma Milagros. Y allí se refugiaba la reina para alternar con algún pretendiente. Por Lhardy ha pasado Alfonso XII, XIII, el Príncipe Felipe, se han retado en duelo caballeros, fue proclamado presidente de la República Alcalá Zamora, comido Manolete,... su historia es casi infinita.

  4. Farmacia Reina Madre (1578). Una botica de estudio

    Esta farmacia es el negocio más antiguo de Madrid - josé ramón ladra

    La Antigua Farmacia de la Reina Madre es el comercio más antiguo que conserva la capital, con documentos auténticos de 1578. Las primeras penicilinas y los primeros antibióticos llegaron a esta botica, que antes que nada fue alquimia. Conservan recetas desde 1700. Su mayor tesoro es la biblioteca. Sus recetarios se han estudiado en tesis doctorales, incluso más allá de nuestras fronteras. Las fórmulas del colcrem (base actual de recetas de belleza), otras con polvo de culebra, ojos de cangrejo, coral blanco, restos de momia, quinas (traídas de América) están escritas por los boticarios de entonces. El nombre de la farmacia lo dio la Reina Isabel de Farnesio, segunda esposa del Rey Felipe V. Ella otorgó el título en el siglo XVIII. Escogió esta botica para que fabricaran para ella sus fórmulas. Los albarelos de la farmacia tienen el escudo mitad Borbón y mitad Farnesio. Este negocio ha pasado por dos familias. La última lo adquirió en 1935. Ahora lo lleva Mercedes Ramos, la tercera generación.

  5. Posada del Peine (1610). El primer hotel de España y Madrid

    Sus escaleras son las originales de 1610 restauradas - josé ramón ladra

    La Posada del Peine atrae a miles de turistas mensualmente. Uno de sus principales reclamos es que es el hostal más antiguo de la Villa de Madrid, aunque no todos conocen este dato. Es el primer hotel también de toda España. Juan Posada lo abrió en 1610 con el mismo nombre que mantiene.Su nomenclatura se debe a que los clientes disponían de un peine atado a una cuerda en las habitaciones. Hoy dispone de 67 habitaciones. Llegó a tener 150 en los tres edificios que lo conforman, con tres estilos arquitectónicos de distintas épocas. Sus cinco plantas aún conservan la misma escalera de madera del siglo XVII. En la Posada vivió en 1979 la viuda de Gustavo Adolfo Bécquer, Casta Esteban, y también el pintor Solana. Dormir en este histórico lugar cuesta a partir de 120 euros la noche.

  6. Posada de la Villa (1642). El único horno árabe de la región

    Así es su gran horno - ángel de antonio

    Cada famoso que pasa por la Posada de la Villa desde 1981, cuando tomó sus riendas Félix Colomo, se graba su nombre en una silla: Jimmy Carter, Tierno Galván, Plácido Domingo, Janet Jackson, Javier Bardem... coronan algunos de sus 200 respaldos. Casi todos están dedicados. La Posada nació en 1642 para dar cobijo a viajeros. Pero hoy es solo un restaurante donde el cordero por cuartos es el plato más reclamado (se cocinan una quincena al día). Se asan en el único horno árabe auténtico de Madrid, según su gerenteAntonioG. Pino. El asador, junto a la puerta de entrada, perfuma con olor a leña todo el recinto, en sus tres plantas.

    En el primer piso se cuece a fuego lento en vasijas de barro sus míticos pucheros de cocido madrileño. Está a la vista de los comensales. Cada visitante que pase por la Cava Baja, 9 recibirá una simbólica llave de hierro para su regreso.