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Dora, vecina de Brunete, ve la vida de otro color tras la visita del alcalde
La anciana, postrada en un sillón, tiene ayuda para salir a la calle y cuenta cuentos en la Casa de la Cultura
Dora, vecina de Brunete, ve la vida de otro color tras la visita del alcalde
A Dora Checa, 87 años, prácticamente dependiente, los ojos le brillan. El alcalde de Brunete, Borja Gutiérrez, ha estado en su casa y le ha quitado un gran peso de encima: la anciana ya tiene una asistente social que la ayuda en su rutina diaria. ... Además, Dora se siente útil porque le ha posibilitado que vaya a la Casa de la Cultura a contar cuentos a los niños del municipio.
Este regalo para Dora forma parte del programa «El alcalde a tu puerta» que Gutiérrez puso en marcha hace dos años. Su idea fue, entonces, pionera en España. Hoy ha visitado a más de 300 vecinos (Brunete tiene unos 10.000) y «puedo asegurar que me siento orgulloso porque es pura cercanía con mis convecinos», ha manifestado a ABC el regidor.
Dora padece una tromboflebitis aguda. Apenas puede moverse. Además, sufre glaucoma terminal con lo que su visión es reducida. Vive sola ya que su hijo se encuentra en Alemania por motivos de trabajo. Ella es viuda desde hace 40 años. Hasta que Borja Gutiérrez la visitó, la anciana disponía de una pequeña ayuda de la Comunidad de Madrid. Le hacían la comida y arreglaban la casa pero salía muy poco a la calle.
Ahora, la mujer dispone de una asistente social que proviene del Programa regional de Recualificación Profesional que la acompañará a donde necesite. Dora va tirando con una pequeña pensión. Fue emigrante. Con 22 años, siendo una joven, se fue a Inglaterra donde conoció al que sería su marido. Se conocieron en una cafetería, se enamoraron y se casaron. Por eso, hasta su «cuenta cuentos» en la Casa de la Cultura puede ser en inglés. Eso, para ella, no es problema.
«He visto muchos casos ya pero este de Dora es el más bonito, el más tierno y el más emotivo», explica Borja Gutiérrez. «También ha resultado ser el más agradecido. Aquí, en Brunete, andamos escasos de presupuesto. Hay que tirar de imaginación. Y, de verdad, no imaginaba yo que el programa de visitas del alcalde iba a tener tan buena acogida. Los vecinos valoran mucho que estés con ellos, que les escuches... en su propia casa. Si, además, les resuelves su problema, me siento con la satisfacción del deber cumplido», añade el regidor.
«El alcalde a tu puerta» surgió hace dos años. Era la primera vez que un regidor se personaba en casa del vecino, a petición de éste. El ejemplo, por fortuna, ha cundido en otros municipios madrileños de pequeño y mediano tamaño. En los grandes, es más difícil esta cercanía.
Solo hay dos normas. Primera, el alcalde de Brunete desconoce el asunto que el vecino quiere despachar con él. Nunca se le pide que descubra su problema que, en ocasiones, es tanto así como resolver problemas relacionados con la factura de la luz o del agua o, incluso, una equivocación en la póliza de decesos que hace temer al vecino por su entierro, el día que pueda llegar.
La segunda norma es que el alcalde se adapta al horario que mejor le viene al vecino. Así, hay visitas durante la semana, fines de semana, de día, tarde o noche. «No quiero que el horario sea un impedimento para reunirme», asegura Borja Gutierrez, un alcalde con poco presupuesto pero «full time» para sus vecinos.
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