Arola aún no se va de vacaciones

La carta disponible durante estas fechas será la que se puso en marcha el pasado 16 de mayo con platos más estivales, en los que el producto de temporada sigue siendo el protagonista absoluto. Además, en este tiempo ampliado se pueden disfrutar de otras deliciosas creaciones exclusivas como los raviolis de pepino y langostinos de secano ahumados, la sopa fría de langostinos y tamarindo al toque de curry rojo, o los ñoquis de parmesano con su monté y mini verduras de temporada.

Pero hay muchas más delicatessen perfectas para el verano, como el licuado de judía verde al aceite de oliva con helado de almendra tierna y cremoso de patata; la liebre a la Royal, servida según la idea de un Durum turco; el «Aéreo» de frutos rojos, regaliz y su helado de vainilla bourbon, o el Parfait de queso fresco en terciopelo de fresa, helado de galleta María y balsámico de frutos del bosque.

Durante este periodo seguirán disponibles los tres menús degustación adaptados a las necesidades del cliente: «Descubrimiento», «Sergi Arola» y «De locura a locura», un menú que se sirve a mesa completa y donde, si el estómago lo permite, se pueden tomar todos los platos de la carta. Sus precios, 105, 135 y 195 euros respectivamente, pudiendo armonizarlos a partir de 55 euros más.

Como siempre, recibiendo a los clientes está Sara Fort, experta directora de sala, que ha contribuido en gran parte a los méritos del restaurante y que también se ha ganado los suyos propios. Y junto a ella, el sumiller David Ayuso, con experiencia en restaurantes tan prestigiosos como Atrio, Calima o El Bohío, recomienda los mejores vinos nacionales e internacionales. En los fogones le acompaña el jefe de cocina y mano derecha desde hace años, Ferrán Cerro, que hasta el próximo sábado (día en que cierran por vacaciones) seguirá defendiendo a capa y espada el estilo y la esencia de Arola.

El chef barcelonés tiene también otros locales en la capital, como el ya conocido Vi Cool (con dos sedes, una en la calle Huertas, 12, otra en la calle Lagasca, 32) y El Pollo Gamberro (calle del Barquillo, 34), de muy reciente inauguración, ubicado en una sala al estilo cueva, y con una divertida oferta culinaria que gira en torno al pollo, con opción de take away y servicio a domicilio.