Copas en las alturas de Lavapiés

De jueves a domingo, desde las siete de la tarde hasta la medianoche, este «chiringuito» en las alturas ofrece cerveza, copas y cócteles a precios asequibles, que refrescan estas calurosísimas noches de verano madrileñas. Y si el visitante llega antes de que anochezca, quedará deslumbrado por uno de los mejores atardeceres de la ciudad.

Los domingos a partir de las 20h, la estrella de la terraza es la música experimental en vivo con el ciclo «Soundays», que explora los sonidos de inspiración científica, cósmica, cercana a los imaginarios de la ciencia ficción y que surgen de instrumentos y tecnologías que parecen propias de otros planetas.

La próxima cita, por ejemplo, es con Alek Stark, fundador del primer sello de Electro español, Headspin, más tarde Star Whores Records, y en la actualidad se concentra en su nueva etiqueta Fundamental Records, especializada en ediciones limitadas de lujo. Experto además en tecnología musical electrónica analógica, en la Casa Encendida se le podrá ver utilizar en directo una buena parte de su colección de sintetizadores, cajas de ritmos y modulares.

Pero hay más planes extrasensoriales para disfrutar cerca de los astros en esta terraza, porque las sesiones de cine de los sábados están inspiradas por el concepto «Marcianadas» , relacionado con la exposición «ARSTRONOMY. Incursiones en el cosmos» que puede verse allí mismo hasta el 30 de agosto.

Según explican desde la Casa Encendida, este particular ciclo de ciencia-ficción «pretende romper con la tradición cinematográfica en la que la peligrosidad y amenaza de los seres siderales se dan por supuestas». Así, se han seleccionado películas «que presentan a los seres extraterrestres, o la creencia en ellos, en su dimensión individual, a través de problemáticas existenciales, sociales y políticas tan complejas y absurdas como lo son siempre las humanas».

La próxima cita, además, contará con música en directo de acompañamiento. Será el próximo sábado, cuando Akasha y Losúper pongan sonido y ritmo a las inquietantes secuencias de la película de culto soviética «Aelita» (1924), que cuenta la historia de una chica marciana que lanza un mensaje de socorro hacia la Tierra.