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Todo un barrio enfrentado por el centro comercial de Madrid Río

Las obras empezaron el 1 de junio. Los vecinos se dividen: «Traerá beneficios y competencia desleal»

Todo un barrio enfrentado por el centro comercial de Madrid Río belén díaz

b. f. rebolledo

El 1de junio comenzaron las obras en el solar situado entre los números 109 y 111 de la calle Antonio López (Usera). Allí se está construyendo el gran centro comercial Plaza Río 2, que estará acabado en 2017. Las grúas comenzaron a remover la tierra a pesar de la oposición política, de las quejas de los vecinos y del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM). El malestar generado no ha sido suficiente para paralizar la obra, llevada a cabo por la promotora Sociedad General Inmobiliaria.

En el barrio, las opiniones sobre qué puede aportar este proyecto de 40.000 metros cuadrados están divididas. Se presentaron un total de 300 firmas de vecinos indignados , pero en Antonio López lo desmienten. «Aquí nadie ha venido a preguntar ni a pedir firmas; ni a mí, ni a ninguno de mis clientes», explica Sonsoles, de la cervecería Gilan, situada frente al solar. Además, cree que se revalorizará el barrio, algo en lo que coinciden varios vecinos. Tienen por delante dos años de obras, ruido y polvo, pero son optimistas y esperan así captar más clientela.

Situación que contrasta con la que viven los vecinos de Marcelo Usera. En esa zona sí se han recogido firmas contra el proyecto. «Es un muerto lo que van a hacer», explica el dueño de una papelería «de toda la vida». «Iban a conectarlo con el río y eso ya no va a existir; iban a poner un hotel y una torre y al final tampoco van a hacerlo… van a hundir el barrio», afirma molesto.

En las tiendas de ropa que llenan esta calle la sensación es similar. Varios comerciantes creen que el centro comercial acabará con sus negocios porque el hecho de «tener todas las tiendas juntas y con aparcamiento» es muy sugerente y puede acabar con su clientela.

Lo mismo dicen los comerciantes del Mercado de Usera que perdieron parroquianos desde que instalaran frente al solar un Mercadona, hace cinco años. Si entonces las posibilidades de sobrevivir eran complicadas, ahora son, prácticamente, nulas. «Es un lobo grande que va a comerse a todos los animales pequeños», explica el propietario de un puesto de frutas. A su juicio, los vecinos de Antonio López se equivocan al pensar que van a tener más visitas. «La gente va a los centros comerciales en coche, compra y se marcha». A pesar del «parking», estos mismos vecinos sostienen que el tráfico y los atascos serán notables.

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