Aguirre «desnuda» a Carmena

Cierto es que sin la agresividad de tono que empleó un día antes el socialista Antonio Miguel Carmona , pero con la misma intensidad en las acusaciones, la candidata apoyada por Pablo Iglesias usó la misma táctica frente a Aguirre. Se desmarcó del guión pautado en bloques temáticos y volcó toda la mancha de la corrupción en Madrid sobre la expresidenta regional. «Era tu Gobierno. Tenías una responsabilidad como poco in vigilando... De verdad, no sigas. Ya has hecho mucho daño. No debes seguir».

Pero Aguirre, curtida en esta lid, neutralizó el ataque igual que la víspera:«Les corté el cuello (a sus excolaboradores imputados) el primer día. No hay un solo madrileño que piense que yo me he llevado un duro», insistió. Y pasó al ataque decidida a desenmascarar a su rival, que ya no supo darle la vuelta al debate. Primero, alertó ante un pacto tácito entre Ahora Madrid, PSM e IU para formar un bloque de izquierdas en el Ayuntamiento. «El único programa que defienden es que yo no vaya a la alcaldía. Si no gano, estarán con las manos libres» para pactar un gobierno alternativa al PP, denunció.

Y acto seguido, buscó el cuerpo a cuerpo con la candidata de Ahora Madrid, acusándole de haber excarcelado a etarras y de mostrarse condescendiente con los presos de la banda. «¿Por qué dice usted que los etarras han sufrido mucho? (...) Le parecen estupendos los escraches (...) Dice que el juez como funcionario es vago», le recriminó tirando de hemeroteca. Y le acusó de liberar a una condenada del Grapo y a un etarra

La juez, descolocada por la ofensiva, acusó a Aguirre de «poco rigor intelectual»:«Como si no fuera yo una persona profundamente demócrata», le reprochó. Lejos de arredrarse, la líder popular le afeó las maneras de Podemos, partido del que Carmena ha tratado de desmarcarse. «¿Qué le parece que su jefe político (Pablo Iglesias) impida a Rosa Díez (UPyD) hablar en la universidad?», le soltó.

A partir de ahí, la candidata del PP se esforzó en trasladar el que es uno de sus mensajes centrales de esta campaña. A ello achaca su regreso a la política: Los partidos emergentes que agitan la bandera del descontento ciudadano afirmando que el sistema está corrompido sólo buscan imponer otro sistema político en España. «Quieren quitar el candado que para ellos es la Constitución», fue su aldabonazo contra «los herederos de ZP».

El otro atractivo de la noche fue el cara a cara entre Aguirre y la candidata de Ciudadanos, Begoña Villacís, que resultó de guante blanco y permitió a ambas concretar medidas en un intercambio respetuoso y fluido. «Mucha gente piensa que estamos condenados a entendernos, pero hay diferencias», zanjó Aguirre. Reprochaba así al partido de Albert Rivera que quiera subir impuestos. La joven recordó la «asfixia fiscal» practicada por el PPen Madrid, ante lo que Aguirre se desmarcó:«Lo sé muy bien. Por eso, estoy decidida a bajarlos si soy alcaldesa. No me cuente lo que han hecho otros alcaldes aficionados a subirlos»... Villacís, que se refirió a su rival siempre como «Esperanza» y se presentó como el voto de la «ilusión», halló apoyo en su objetivo de adelgazar la administración. «Es un nido de recolocación de familiares», denunció. «Estoy muy de acuerdo con muchas de las cosas que ha dicho Villacís», glosó Aguirre, que exhibió su gestión al frente de la Comunidad. «He dado un paso de gigante por los servicios públicos».

Por orden de la Junta Electoral, Telemadrid organizó una tanda previa para incluir en el debate a Vox, un partido formado por exmilitantes del PP más conservador descontentos con el Gobierno de Rajoy. Aguirre les llamó a «reintegrarse»:«El PPes el único antídoto que tenemos en España contra los movimientos bolivarianos (...) Les pido que vuelvan al PP», les dijo. Y recriminó que ejerzan «el papel del perro del hortelano» en las urnas: Lo que no se come el PP se lo va a comer Podemos», enunció.

Antonio Carmona (PSM), que no acudió al debate previo con Vox, ejerció de profesor de Economía ante la líder de Ciudadanos, que es hija de un compañero de su departamento en el CEU. Compitió vehemente por su celo personal en denunciar la corrupción, aunque luego se disculpó. «Viene bien aire fresco», admitió. A Manuela Carmena le lanzó un guiño:«Seguro que vamos a estar en el mismo bando», dijo sobre la lucha anticorrupción.