Gabilondo reclama «manos libres» a Ferraz para decidir futuros pactos

Gabilondo, quien dice sentirse cómodo con su lista electoral pese a no haber intervenido en su elaboración, cree que «eso» que se llama «el aparato» no «va a interferir» en sus propuestas. En todo caso, dice que «escuchará a todo el mundo», reivindicando así su fama de conciliador. «Pero si yo alguna vez no me siento libre para poder ejercer aquello que los ciudadanos me han propuesto lo que debería hacer es marcharme», ha defendido el candidato, que no cree que uno «deba estar en ningún sitio si no está a la altura de la responsabilidad que se le concede y esa responsabilidad siempre está vinculada a su libertad».

Por eso, está convencido de que no va a recibir una llamada de Pedro Sánchez para condicionar su actuación. «No me han llamado así desde que he nacido y no me van a llamar», asegura, destacando que otra cosa es que se haga un «análisis político como hay que hacer» de la coyuntura, de los contenidos, de los programas, de las expectativas y que en los mismos haya distintos puntos de vista.

En este sentido, ha señalado que si los ciudadanos de Madrid consideran que es la persona que debe «liderar un proceso para constituir un gobierno» hará «honestamente lo que sea mejor para los ciudadanos y para nadie más». No obstante, espera y cree que el «bienestar» de los ciudadanos «sea compatible con el del partido».

En este contexto, Gabilondo piensa que el que tenga más votos está «legitimado para liderar el proceso para constituir un gobierno» y es el que «debe llamar para iniciar, en su momento, si así fuera y si nadie tuviera mayorías suficientes, para procurar la constitución de ese gobierno». No obstante, aquí puntualiza: «Si el que ha tenido más votos no logra esa confianza, dado que los votos son la expresión de la voluntad popular, habrá que buscar aglutinar la mayoría en otros contextos».

En este punto, Gabilondo, quien fue rector de la Universidad Autónoma de Madrid, ha asegurado que si el que ha tenido más votos le llama para hablar sobre cómo hacer gobernable Madrid, él irá con «los programas de defensa de lo público, de atención y resolución de los problemas y de defensa de las instituciones».

Su respuesta a la pregunta de si está dispuesto a pactar con todos para arrebatar el gobierno al PP ha sido simple: «No». Y es que, insiste, su objetivo «no es echar a nadie de nada» sino «cambiar de gobierno, cambiar de políticas y cambiar de modo de gobernar» pero no de «cualquier manera ni a cualquier precio».

Sobre la posibilidad de que exista un tripartito y cuatripartito, Gabilondo también lo tiene claro: no quiere «sumar en contra» sino a favor, y en su opinión, los ciudadanos «están un poquito cansados» de que los políticos se dediquen «a las reyertas» y «a buscar la yugular de los demás en vez de a resolver sus problemas».

El candidato del PSOE ha querido buscar las distancias con Podemos, recalcando su confianza en la democracia representativa frente a otras formas de participación como la asamblearia que propugna el grupo de Pablo Iglesias. «Nosotros creemos en las instituciones. No en una mediación directa con la ciudadanía, sino a través de las instituciones, lo que no quiere decir que no haya un contacto directo con los ciudadanos», opina.

También ha hecho defensa de la herencia de la Transición política y la actual Constitución española. Para él, el texto de 1978 «fue un bien extraordinario para este país y un modelo de proceso democrático donde aunar las diferencias».

El candidato de origen donostiarra pero afincado desde hace cuarenta años en Madrid, ha recalcado que no ha tenido aún ningún contacto ni conversación con Podemos para contrastar programas, de forma que no ha adelantado si ve opciones para el entendimiento con esta nueva fuerza política.