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audiencia provincial de madrid

Piden 32 años de prisión para acusado de violencia habitual con pareja

Se le acusa también de tres delitos de violencia doméstica, coacciones, dos de agresión sexual, un intento de homicidio y otro de quebrantamiento de medida cautelar

s.l.

El fiscal pide 32 años de prisión para un acusado de cometer un relevante número de episodios violentos contra la que fuera su pareja sentimental entre el verano de 2011 y septiembre de 2012, por los que será juzgado a partir del lunes en la Audiencia Provincial de Madrid.

En concreto Kemelyn Mercedes S.I. se enfrenta a una petición del fiscal de 32 años, cinco meses y 29 días de cárcel por tres delitos de malos tratos en el ámbito familiar , uno de coacciones leves, dos de agresión sexual, uno de violencia habitual, uno de homicidio en grado de tentativa y otro de quebrantamiento de medida cautelar, informa el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

La Fiscalía relata en su escrito de acusación que las agresiones, que se producían sin motivo alguno, se incrementaron a finales de 2011 por lo que la víctima decidió cesar la convivencia. Añade que el acusado no admitió que junto con la convivencia finalizara la relación sentimental y continuó acosando y agrediendo a la mujer.

Agrega que las agresiones eran de carácter físico, en concreto puñetazos, golpes en el cuerpo y empujones, y psíquico, con constante insultos, amenazas y palabras malsonantes. Además, el acusado obligó a la víctima por la fuerza y con empleo expreso de violencia a mantener relaciones sexuales contra su voluntad.

Como consecuencia de las reiteradas agresiones y acciones violentas, la mujer sufre secuelas físicas y psíquicas de diversa consideración. Siempre según las conclusiones provisionales del fiscal, el acusado ha sido consumidor regular de cannabis desde los 16 años, a consecuencia de cuya adicción sufrió un brote psicótico en enero de 2012 entre otros episodios de desequilibrio mental, en alguno de los cuales agredió a la mujer.

Sin embargo, no sitúa en el consumo de dicha droga sus alteraciones psicológicas, niega su enfermedad, ha abandonado los tratamientos farmacológicos que le han sido prescritos y busca insistentemente explicación a las mismas en otras causas. En concreto, mantiene una fuerte creencia en fenómenos paranormales y en la telequinesia, lo que supone en él una tendencia obsesiva que requiere de una asistencia médica de carácter psiquiátrico. El acusado se encuentra en prisión provisional por esta causa desde el 11 de septiembre de 2012.

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