Suscribete a
ABC Premium

«La ganadería está muy mal, aunque las chuletas estén caras en la carnicería»

Rufino es uno de los últimos pastores que sobrevive en la sierra de Madrid

m. j. pérez-barco

A sus 74 años, Rufino sigue trabajando como antaño, de sol a sol cuidando de sus ovejas, como ha hecho durante toda su vida. Monte arriba y monte abajo. Pero ahora no lo hace por obligación o como una forma de ganarse la vida, es ... uno de los últimos pastores que quedan en la sierra de Madrid y que pastorea «por capricho», como él mismo reconoce. «Estoy jubilado —afirma—, pero sigo porque me gusta, soy pastor de pura cepa, aunque no tenga vacaciones, ni días de descanso, ni festivos, ni domingos... De las ovejas siempre hay que estar pendiente». Y todavía su salud y forma física se lo permiten. Por el valle de Lozoya se le ve vigilar cualquier día a sus 200 ovejas. «Cuando ya no pueda, tendré solo 40», dice.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia