Intentan raptar a una niña de 11 años en un colegio de Vallecas

En principio, las características físicas del sujeto en cuestión no corresponden a las del pederasta en serie de Ciudad Lineal. Pero uno de los elementos que hicieron recelar es que el coche en cuestión era alquilado, según ha podido saber ABC. Lo que sí está confirmado es que el suceso ocurrió y que la niña no conocía de nada al tipo que intentó engatusarla para que se fuera con él.

La chiquilla fue objeto de una exploración (término utilizado para la toma de testimonio a un menor) por la tarde, en dependencias policiales, precisaron fuentes de la investigación a este periódico.

El suceso se produjo a las 9.30 de la mañana. Los padres de la cría la acompañaban al centro y se despidieron de ella en una esquina cercana al colegio. En el momento en que se quedó sola, un coche de la marca Nissan o Subaru de color blanco y que había sido alquilado paró junto a ella. El conductor le dijo:«Niña, ¿dónde vas? ¿Quieres ser mi amiga? ¿Por qué no te vienes conmigo?». La chica, asustada, se negó a ello. Una mujer vio la escena. La chiquilla se acercó hasta la entrada del colegio y avisó de lo ocurrido al director.

Éste, presurosamente, vio alejarse el coche. Le dio tiempo a apuntar la matrícula y sus características. También se fijó en la apariencia del sospechoso, que podría tener entre 58 y 60 años, precisaron fuentes de la investigación.

La Policía Nacional se puso en marcha y se dio parte al SAF, que cotejó los primeros datos que fueron llegando de los testigos. La menor entró en clase y allí permaneció como si de un día normal se tratara. Ya por la tarde a la pequeña le tomaron declaración. Algunas fuentes no descartan que la acción de ayer fuese obra de un perturbado. Paralelamente, se inició la búsqueda del coche de alquiler. Según algunos informantes, no sería la primera vez que el individuo utilizaba un vehículo de estas características.

Sobre el pederasta de Ciudad Lineal se sabe que actúa con un utilitario pequeño, de tres puertas, color blanco o gris plata. Sin embargo, la última de sus víctimas, secuestrada el 22 de agosto en un parque de Canillas, habló de un turismo que podría ser de un mayor tamaño y, por lo tanto, distinto al usado en los casos de abril y junio pasados. La psicosis en Madrid por la actuación del raptor en serie ha provocado anécdotas de lo más pintoresco. El viernes pasado un conductor estuvo a punto de ser linchado después de que se dirigiera a una niña para que se apartara y le permitiera aparcar.

Se han dado muchos casos de falsas alarmas, sobre todo en Ciudad Lineal. Desde padres que echaban una bronca a sus hijos varones porque no querían entrar en el coche para ir a un recado a policías que han parado para identificar a sospechosos en parques sin percatarse de que éstos también eran agentes de paisano que estaban vigilando la zona en el marco de la misma operación Candy.

La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, afirmó en una reciente entrevista que se investigan «tres casos», y no cuatro o cinco, como obra del depredador en serie. «En los demás que hay en juego [una intentona a una niña japonesa la misma mañana del suceso del 10 de abril, en la calle de Torrelaguna, y un secuestro en septiembre de 2013 en el mismo distrito] está por demostrar que hayan ocurrido o que sean intentos de la misma persona», señaló.

En los sucesos de abril (una chica española de 9 años en el parque de San Juan Bautista) y junio (una pequeña china de 5 años, en la calle de Luis Ruiz, en Ascao) las niñas fueron drogadas y sus testimonios no son fiables, pues los recuerdos están contaminados por el efecto de las benzodiacepinas que les suministraron. Además, el pederasta de Ciudad Lineal se cuida mucho de no dejar restos biológicos, lo que está complicando muchísimo la investigación.

Con todo, Cristina Cifuentes dijo que algunas líneas de investigación que se estaban siguiendo en torno a los casos de secuestro de menores «se han quemado» y algunos testimonios que podrían haber sido aportados en sede judicial como pruebas han sido «invalidados», al filtrarse a la prensa.

«Estoy convencida de que la Policía Nacional lo va a atrapar. Estamos más cerca de detenerlo», dijo la delegada del Gobierno, al tiempo que reconoció que el «problema» es «tener evidencias suficientes para que un juez pueda decretar su ingreso en prisión».