Agresiones y robos «de ida y vuelta» en BiciMAD

Lo que parecen desconocer los ladrones es que estos vehículos cuentan con un sistema de GPS de rastreo que permite dar con su ubicación en el momento en que desaparece. La empresa, Bonopark, se encarga de ello. «Marca la posición de donde están, las estaciones de aparcamiento que han pasado y las horas», detallan fuentes policiales. Así que, los agentes que se encargan de dar con los vehículos sorprenden al delincuente con su joya al lado. En otras ocasiones, roban las bicicletas, pero las dejan abandonadas a su suerte en cualquier punto de la ciudad.

La Policía Nacional tramita las diligencias como delito de hurto y no como una falta. Cada bicicleta cuesta alrededor de 1.000 euros (para que se tramitara como falta tendría que tener un valor inferior a los 400 euros). El perfil del «caco» del BiciMAD es el de un varón joven, sin antecedentes generalmente, que con algunos grados etílicos de más decide llevarse su trofeo, incluso quedárselo, en una noche de juerga con sus amigos. Los robos que más se están produciendo son sobre todo en la zona centro de la capital, informan las mismas fuentes.

En los dos últimos casos que se han registrado se ha cogido a los maleantes en la vía pública, en la calle Princesa con Plaza de España. Un ciudadano dio el aviso cuando manipulaban los postes. Eran menores de edad que terminaron en el Grupo de Menores de la Policía Nacional (Grume). «Las bicicletas públicas van a dar mucho juego policialmente», consideran estos informadores. Además, este diario ha tenido constancia de cómo unos agresores, presuntamente toxicómanos, dieron una paliza a un guía de BiciMAD que trató de evitar el robo de las bicicletas que custodiaba. Bonopark ha dispuesto en algunas estaciones personal que oriente a los usuarios acerca de cómo sacarse el bono y resolverle cualquier duda. Generalmente están desde las diez de la mañana hasta las siete de la tarde.

Esta semana, por la tarde, uno de estos trabajadores se percató de que un grupo de individuos trataba de llevarse por la fuerza una bicicleta y les llamó la atención. «Eh, tranquilos», les advirtió. Los delincuentes no dudaron en propinarle varios golpes entre todos. La víctima tuvo que ser atendida en urgencias de un centro hospitalario. Desde Bonopark se ha dado instrucciones a sus empleados de que no se hable con la prensa sobre ningún incidente.