«Los 1.800 euros no los reclaman; una dentadura postiza sí»

José Manuel Pozuelo Ortiz, jefe de sector de la línea 8 de Metro de Madrid , fue el responsable de que los 1.800 euros que un conductor del suburbano encontró el pasado 10 de junio en un vagón se entregasen en la oficina de objetos perdidos de la Comunidad de Madrid . Algunos compañeros le han elogiado; otros le han dicho que debía habérselos quedado. Pero él está muy tranquilo con su forma de proceder. «La tentación viene después, pero ya no hay remedio. Además, estando trabajando en el Metro, si yo lo hubiera perdido, hubiera querido que lo entregaran a un organismo oficial para encontrarlo. He actuado de forma correcta. Y eso que me venían muy bien porque mi mujer está embarazada», afirma este hombre, empleado en Metro desde hace 12 años.

José Manuel está acostumbrado a tramitar otros objetos perdidos. Asegura que nunca nada tan importante. «Hemos encontrado ordenadores portátiles, cámaras de fotos, ensaimadas, tabaco. Incluso una vez una dentadura postiza. Vino su dueño, un señor mayor, al día siguiente a buscarla. Nos explicó que le hacía daño en la boca y que la dejó en el banco y allí se quedó olvidada. Los 1.800 euros de Nuevos Ministerios no los han reclamado todavía. La dentadura sí que la recogieron pronto», detalla a modo de curiosidad.

Este trabajador del suburbano relata lo que encontró dentro de la bolsa del portátil. «En una de las cremalleras había una carpeta con un montón de facturas de ropa, un periódico en árabe y un pasaporte árabe -desde Metro especifican que era de procedencia argelinah. Había un sobrecito, abierto, metí la mano y vi que había dinero: 1.800 euros, todo en billetes de 50. Me asusté bastante. No pensé en quedármelo en ningún momento. Encontrado en la calle, el dinero no tiene ni nombre ni apellidos, pero en Metro sí», expresa.

Los objetos perdidos se custodian 2 o 3 días en el almacén de Metro. Después se lleva a objetos perdidos de la Comunidad, donde puede permanecer dos años. En el caso de los 1.800 euros, si no los reclama nadie, se quedan en la estantería a la espera de que se les dé otro uso, informan. Se podría ampliar la prórroga en este caso.