Adiós a dos millones de recibos con la eliminación de la tasa de basuras

La tasa se puso en marcha en 2009, con la economía madrileña ya muy perjudicada a causa de la crisis. Su función, como la de toda tasa, es cubrir el coste de un servicio; su recaudación nunca puede ser superior a esa cantidad.

Los madrileños recibieron con enorme desagrado el nuevo pago, que venía a gravar economías que empezaban a estar maltrechas por efecto de la desaceleración económica. Tanto les disgustó, que se presentaron miles de recursos en contra de la tasa, siguiendo una campaña que puso en marcha el grupo municipal socialista, Pero los recursos no prosperaron en los tribunales.

«Pedimos un esfuerzo a los madrileños, y ahora, en 2015, toca hacer un presupuesto ajustado que vuelva a diminuir el caso», pero el remanente de Tesorería –400 millones de euros este año– permite al Ayuntamiento dar esta pequeña alegría a los ciudadanos, librándoles del pago de esta tasa.

En teoría, el coste medio del recibo rozaba los 60 euros. Pagan tasa de basura no sólo las viviendas, sino también los locales comerciales y los trasteros. Estaban exentos en su totalidad de abonarla los organismos públicos de investigación o establecimientos de enseñanza, las entidades sin ánimo de lucro, comunidades religiosas e iglesias, y los propietarios de viviendas que estuvieran en situación de parados, pensionistas, asalariados u autónomos que no superaran determinados niveles de ingresos.

Desde el año que viene, dejarán de abonarse por decisión municipal.

Cuando se puso en marcha este pago, el Ayuntamiento la justificó alegando las fuertes inversiones que se habían realizado en materia de Medio Ambiente, y también apuntaban el principio comunitario de «quien contamina, paga».

El anuncio de Ana Botella no hace sino avanzar un paso más en una política de reducción de impuestos que comenzó a anunciar en septiembre de 2013. Entonces, se habló ya de una rebaja del 12 por ciento en esta tasa de basuras aplicable a 2014. En el Foro ABC de ayer se anunció esta importante medida.

Además, hace solo unos días se aprobó la rebaja en la plusvalía que se paga al recibir en herencia una vivienda. En 2015, además de suprimir la tasa de basuras, se va a reducir un 10 por ciento el impuesto de circulación, y desde 2016, lo que bajará será el IBI, el mayor impuesto municipal, que abonan todos los propietarios de una vivienda.

Este tributo se verá reducido en un 5 por ciento, indicaron fuentes del Gobierno municipal. Ese mismo año desaparece también el recargo del 4 por ciento que se aplica en este impuesto por orden del Ejecutivo nacional. En total, el Ayuntamiento dejará de ingresar más de 1.500 millones de euros en los próximos años por estas rebajas fiscales.