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¿Por qué el Real Madrid celebra sus títulos en la Cibeles?

La fuente no ha sido escenario, únicamente, de los triunfos del conjunto blanco

¿Por qué el Real Madrid celebra sus títulos en la Cibeles?

M. O.

Todo comenzó hace 28 años en el estadio La Corregidora de Querétaro. España se medía a Dinamarca en los octavos de final del Mundial de México. Los cuatro goles de Butragueño y la consiguiente goleada (5-1) a una selección que estaba dando miedo sacó a la calle a medio Madrid que, por primera vez, decidió acudir a la fuente de la Cibeles para celebrar el triunfo de la selección.

Las crónicas de entonces hablaban de un verano asfixiante, por lo que los aficionados de la capital no dudaron en tirarse a la fuente para apagar sus calores y bañar la alegría. Ese fue el primer triunfo deportivo que la diosa pudo celebrar en primera persona.

Ese mismo año, los jugadores del Real Madrid recuerdan haber ido por primera vez a Cibeles para celebrar el título de Liga. Era el Madrid de la Quinta del Buitre con Míchel, Sanchís, Martín Vázquez, Hugo Sánchez, Maceda, Gordillo, Buyo... y Butragueño. Desde entonces, y de forma oficial, el club blanco decidió acudir a rendir tributo a la diosa cada vez que se gana un título o se consigue una victoria importante, como la que se espera esta noche contra el Barcelona.

Diosa «rojiblanca»

Sin embargo, hay que saber que fueron los aficionados del Atlético de Madrid los que casi veinte años antes comenzaron a festejar en Cibeles los títulos de su equipo. Las hemerotecas recogen cómo con la consecución de la Recopa de 1962, los colchoneros salieron a la calle para celebrar el triunfo (3-0) ante la Fiorentina. Como la sede del club se encontraba entonces en la calle Barquillo, a donde acudieron en primer lugar, los forofos bajaron luego por la calle de Alcalá hasta aterrizar en la plaza de la fuente.

Al ver que los seguidores del Real Madrid comenzaban a imitar el lugar de las celebraciones, los aficionados rojiblancos decidieron bajar unas manzanas más hacia del paseo del Prado para trasladar el centro de sus alegrías a la fuente de Neptuno.

Entonces fue cuando la diosa pasó a convertirse en propiedad «casi en exclusiva» del Real Madrid y, como decíamos, fue en el año 1986 cuando gracias a la Liga conquistada por la Quinta y los cuatro goles de Butragueño en Querétaro, la Cibeles se transformó en una diosa blanca.

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