Los ángeles de la guarda visten uniforme

«Pedro y Raúl son el rostro de una actuación ejemplar», enfatizó Cosidó, quien declaró que se sentía «especialmente orgulloso de unos servicios humanitarios que, en su mayoría, son asistenciales, pero que también incluyen verdaderas actuaciones heroicas para salvar vidas», informa Efe. «La Policía siempre está ahí y muchas veces es la primera en llegar, lo que demuestra su categoría humana, altura ética y su grado de responsabilidad. Estos policías nacionales que salvan vidas y arriesgan las suyas son los mismos que dan seguridad en las manifestaciones, detienen a delincuentes e investigan crímenes», añadió el director general.

Madrid ha sido en los últimos meses escenario de sucesos de película que acabaron de manera feliz gracias a labores policiales de este tipo. Sin duda, la más recordada fue la ocurrida hace casi un año, en plena campaña de rebajas de invierno. Un agente fuera de servicio rescató a una mujer que sufrió un vahído y cayó de bruces a las vías del Metro , en la estación de Marqués de Vadillo. La víctima del mareo, María Luisa, de 52 años, explicaba en enero cómo gracias a «Rubén [el bautizado desde entonces como ‘Ángel de la Guarda’» había «vuelto a nacer» . «Todo el mérito es del policía, que, desde la otra punta y sin conocerme de nada, saltó rápidamente y me rescató», aseguraba.

Pero la valentía de este subinspector no quedaría ahí. Porque diez meses después, Rubén salvó otra vida . De nuevo, al encontrarse el suceso por pura casualidad. En esta ocasión fue una joven que yacía inconsciente en el suelo con síntomas de asfixia en un portal situado en el número 38 de la avenida del Catedrático Soler de Alicante.

El agente fue requerido urgentemente en la vía pública por varios ciudadanos que vieron a la joven. De inmediato el policía comunicó este hecho a los servicios sanitarios de emergencia e inició las maniobras de reanimación. Cogiéndola por las axilas la incorporó, le realizó varias veces la citada maniobra y la volvió a dejar sobre el suelo boca arriba para explorar sus vías respiratorias e iniciar una reanimación cardiopulmonar.

También en noviembre, dos agentes de la Unidad Bronce (de la Brigada de Seguridad Ciudadana, encargada de patrullar las calles) rescataron a dos mujeres que habían quedado atrapadas en sus coches tras sufrir un accidente. Las liberaron de entre el amasijo de hierros, cortaron los cinturones de seguridad y les prestaron las primeras maniobras de auxilio. Además, se encargaron de cortar el tráfico para evitar nuevas colisiones y asegurar la integridad de las dos accidentadas, como adelantó ABC .

Según especificó Ignacio Cosidó, más del 85% de los 20.000 servicios humanitarios y asistenciales fueron para ayudar a personas desorientadas, perdidas, impedidas o con enfermedades; pero también las hubo de rescate de ciudadanos en un incendio, de otros que se estaban ahogando en el mar o la recuperación de bebés y niños de corta edad en plena asfixia.