Eurovegas, la última conquista del gran emperador, Sheldon Adelson

Las Vegas Sands Corporation (LVS), la compañía que Adelson y sus socios fundaron en 1988 al adquirir el histórico Hotel Sands, se ha convertido en poco más de veinte años en una de las empresas líderes del sector del juego. Y con ello, Adelson en uno de los hombres más ricos del mundo. En concreto, el décimo cuarto más adinerado según la revista Forbes, con casi 25.000 millones de dólares de patrimonio.

La de Adelson es una de esas historias que alimentan el sueño americano. Hijo de taxista y de una inmigrante llegada de Reino Unido, Adelson se curtió desde niño en una gran variedad de trabajos hasta que acumuló una cantidad de dinero respetable con la que comenzar a invertir.

Pero, como Roma, el imperio Adelson no se construyó en un día. Durante la década de los 90 y parte de la de 2000, las lindes de su reino no rebasaban las del desierto de Mojave. En medio de la árida región en la que Las Vegas se erige cual espejismo, Las Vegas Sands construyó un enorme resort compuesto por un descomunal centro de convenciones y dos fastuosos casinos inspirados en la riqueza arquitectónica y artística de Italia.

Con su idea de mezclar trabajo y placer en un único espacio, Adelson revolucionó el modelo de negocio de Las Vegas. Tras él, el resto de hoteles comenzó a imitar el nuevo prototipo de espacio en el que la triada de juego, alcohol y lujo se alía para ayudar a cerrar tratos y atraer a un tipo de público más universal.

La expansión más allá de los límites de la Ciudad del Pecado no comenzó hasta el siglo XXI. Su primera pica lejos de Nevada fue el Sands Macao , un casino que abrió la ruta del juego de Adelson en Asia y ayudó a impulsar la «Cotai Strip», la versión china de la avenida del juego de Las Vegas. Tras él llegaron The Venetian Macao y el Four Seasons Macao.

Sus lazos con Asia crecieron en 2010, cuando Las Vegas Sands llegó a Singapur con el Marina Bay Sands. Este inmenso resort incluye entre sus atracciones un centro de convenciones de 120.000 metros cuadrados, un museo, una pista de hielo y una piscina infinita de más de 150 metros de largo.

Dentro de las fronteras estadounidenses, Adelson inauguró en 2009 el Sands Bethlehem de Pensilvania , un resort con casino, hotel y centro comercial a poco más de una hora de Nueva York y Filadelfia.

En Estados Unidos Sheldon Adelson es conocido como el magnate de los casinos dispuesto a desembolsar irreverentes cantidades de dinero para apoyar a sus candidatos políticos favoritos. Durante las últimas primarias republicanas, fue benefactor de Newt Gingrich y donó más de 10 millones de dólares a sus organizaciones. Aunque no era su predilecto, cuando Mitt Romney se impuso al resto de candidatos republicanos, apoyó su campaña con decenas de millones.

Adelson también dona su dinero a organizaciones filantrópicas y fundaciones como Birthright Israel , dedicada a financiar la visita de jóvenes judíos a Israel. Además, es el fundador y principal donante de un centro de investigación médica en Boston y de una relevante asociación educativa en Las Vegas.

Su nuevo proyecto en Madrid le permitirá extender su negocio, prácticamente, por los cinco continentes. Con Eurovegas, pretende «conquistar» a toda la clientela europea, pero también a parte de la asiática y la africana. Los responsables de Las Vegas Sands están convencidos de que su primer desarrollo en el viejo continente ayudará a dar lustre a las cuentas de la compañía.

Hace unas semanas presentó sus resultados al cierre de 2012, que arrojaron unos ingresos de 8.739 millones de euros, un 15% más que en 2011. El negocio de los casinos copó el 77% de las entradas de capital, tras lograr 6.740 millones durante el pasado año. Le sigue, a muy larga distancia, los hoteles (10%), restaurantes (5,3%), congresos y convenciones (4,2%) y centros comerciales (3,3%).