Los economistas creen que los casos de corrupción perjudican el desarrollo regional

Respecto a la debilidad relacionada con la corrupción destacan que el peso que representa en el total de las respuestas se ha triplicado prácticamente en los últimos tres años, pues, según el informe, mientras en enero de 2012 dicho porcentaje fue del 17,3 por ciento, en esta edición ha alcanzado el 50 por ciento.

Entre las consecuencias negativas atribuibles a la corrupción destacadas por los economistas se encuentran el "deterioro de la imagen exterior, el efecto desánimo en los contribuyentes, aumento de la economía sumergida, menor recaudación y la consiguiente subida de impuestos o del endeudamiento, el deterioro de la libre competencia y menor eficacia y efectividad del gasto público", con una puntuación media del 3,8, que vendría a corresponder con un notable.

En cuanto al tema del paro, los economistas apuestan por las medidas de estímulo por la vía de la reducción de impuestos, bajando las cotizaciones a la Seguridad Social, reduciendo los impuestos que gravan el consumo, el fomento de inversión extranjera mediante incentivos fiscales o reducir los impuestos directos sobre las rentas del trabajo.

Destacan como fortalezas de la economía regional "la existencia de unas condiciones naturales de gran potencial para el desarrollo del sector agroalimentario, el turismo residencial y las energías renovables" (69,1%).

Como segunda opción, marcada por el 42,8 por ciento de los colegiados, es la "consolidación de un entramado de relaciones económicas entre las actividades turísticas, agroalimentarias, comerciales y logísticas". El 39,5 por ciento de los encuestados señala el "creciente grado de innovación, técnica y gerencial, en la agricultura, e industria agroalimentaria".