cultura
Lorca recupera gran parte de su patrimonio
Los últimos edificos restaurados son la Iglesia de San Mateo y el Palacio Guevara

Lorca ha empezado ya a reabrir al público algunos de los monumentos que resultaron afectados por el terremoto de mayo de 2011 y que han permanecido meses ocultos tras andamios desde los que, ingenieros, técnicos y restauradores han realizado un intenso trabajo de rehabilitación. La colaboración entre administraciones en algunos casos y el esfuerzo de instituciones, empresas y aportaciones particulares han permitido que algunas de las obras más significativas de la ciudad luzcan de nuevo en todo su esplendor.
Es el caso del monumento civil más significativo de Lorca y el mejor ejemplo de arquitectura barroca de la Región, el Palacio Guevara. Tal y como explica la concejal de Cultura del Ayuntamiento lorquino, Sandra Martínez, “ya se ha finalizado el 85% del proceso de restauración y esperamos que todos los lorquinos y visitantes puedan disfrutar tanto del exterior como del interior esta Semana Santa ”. Las obras dentro del Palacio han eliminado tabiques y otras reformas que no eran originales de la primera construcción. De este modo, señala Martínez, “el Palacio no se va a adornar con mobiliario para que la gente conozca el edifico por sí mismo, como una de las joyas del barroco murciano”. “Queremos mostrar a los visitantes cual fue el proceso de construcción”, matiza.
Las campanas vuelven a repicar en San Mateo
Otro edificio que ya vuelve a presentar su imagen anterior al seísmo de 2011 es la Iglesia de San Mateo. Los daños afectaron a la torre principal, la fachada y la bóveda y a gran parte del pavimento, que ha sido donado por una empresa almeriense. La iglesia volvió a abrir sus puertas a los feligreses el pasado 18 de noviembre tras unas obras financiadas por el ministerio de Fomento.
El párroco de San Mateo, Francisco Fructuoso, afirma que el edificio ha quedado mejor de lo que estaba antes, “las obras han permitido descubrir los pilares de piedra, los arcos que separan las naves y unos capiteles de enorme belleza”. Todos estos elementos permanecían, antes del seísmo, ocultos bajo una capa de yeso. “lo más importante ha sido poder volver a oír el sonido de las campanas”, dice don Francisco.
El segundo temblor que sacudió la ciudad y derribó edificios enteros se cebó especialmente en una de las dos torres del Castillo de Lorca, conocido como la Fortaleza del Sol. La Torre del Espolón perdió la parte superior de 250 toneladas y una de sus esquinas se desgajó del cuerpo principal. Después de la restauración que finalizó en marzo del pasado año, todavía se aprecia la grieta que se produjo entre sus muros y que ha desplazado varios centímetros parte de las columnas que sujetan las bóvedas del interior.
La concejal de cultura de Lorca señala que la torre ha perdido el almenado de su parte superior ya que, “se trataba de un añadido que se puso en la primera restauración de los años 70. El arquitecto encargado de la restauración de urgencia, Francisco Jurado, pudo comprobar tras estudiar los archivos históricos que la torre en sus inicios no tenía almenas y que éstas eran un añadido estético de la primera restauración”. Explica Martínez. Desde Lorca Taller del Tiempo, consorcio que promociona la fortaleza, destacan que las visitas, que se vieron disminuidas durante los primeros meses tras el terremoto, han recuperado ya su afluencia habitual.
Daños en las iglesias de las cofradías
Lorca no se entiende sin sus procesiones de Semana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional en 2007. Dos de los Pasos procesionales más importantes de la ciudad sufrieron en sus edificios la virulencia del terremoto. Así lo recuerda David Torres del Alcazar, director del museo del Paso Blanco (MUBBLA), “tanto el museo como la capilla del Rosario resultaron seriamente dañadas y en los dos edificios hemos sufrido daños que ascienden a unos cinco millones de euros”.
En la actualidad los trabajos se centran en la restauración de la cúpula de la capilla y de los frescos que adornan su interior, “es un trabajo muy delicado que ha obligado a utilizar un complejo sistema de andamios que hasta hace poco sujetaba la cúpula y que por efecto del temblor se partió y rebotó sobre su tambor girando sobre sus propio eje varios centímetros, Cuando llegaron los ingenieros nos dijeron que si el terremoto hubiera durado unos pocos segundos más toda la estructura se habría venido abajo”.
Los técnicos de la obra consiguieron hace pocas semanas que la estructura se sujetara sin necesidad del andamiaje”, “ahora la prioridad es acondicionar la entrada para que la Virgen de la Amargura de la cofradía vuelva a salir en procesión desde la capilla, el año pasado fue la primera vez en su historia que no pudo salir desde aquí”, explica Torres. La cúpula espera quedar completamente restaurada para finales de febrero.
Tampoco corrió mejor suerte la Iglesia de San Francisco del paso Azul. El secretario de la Hermandad, Andrés Espinosa, recuerda como se encontraban en el interior cuando parte de la bóveda y la cornisa se vino abajo, “el crucero se partió y los pilares de las naves quedaron reventados”. También la torre de la iglesia estuvo a punto de ser demolida como recuerda el director de la casa museo y arquitecto, Nicolas Carazo. Él fue uno de los primeros en subir a la torre y asegurar la estructura mediante un sistema de correas metálicas. Tras una minuciosa restauración en la que los principales soportes fueron asegurados con fibra de vidrio, la Iglesia volvió a lucir totalmente restaurada y a tiempo para que la Virgen de Los Dolores pudiera salir en procesión desde San Francisco la pasada Semana Santa.
Entre los edificios monumentales que todavía esperan ser recuperados para la ciudad se encuentran la Iglesia de Santiago cuyas obras siguen su curso y el Teatro Guerra que sufrió daños en la cubierta y en algunas dependencias. El Ayuntamiento espera adjudicar las obras del teatro para la próxima semana
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