«Nunca pensé en ser castañera porque en mi país esto solo se lo comen los cerdos»

Recorremos los tradicionales puestos de castañas que invaden Madrid en otoño para conocer las historias detrás del mostrador

«Nunca pensé en ser castañera porque en mi país esto solo se lo comen los cerdos»

L. FARRACES/C. MÍNGUEZ

El caer de las hojas, el retorno paulatino del frío, los anocheceres a las seis de la tarde... La llegada del otoño en Madrid siempre se antoja fastidiosa si no fuese porque es sinónimo de temporada de castañas. Los tradicionales puestos de calvotes ya han ... invadido la capital, aunque de momento la ausencia de bajas temperaturas mantiene las ventas por debajo de la mitad respecto al año pasado: unos cinco kilos diarios.

Uno de los puestos más castizos es el de Antonio, en la plaza de Callao, aunque solo sea por cuestión de antigüedad. No solo porque él mismo lleva tres décadas asando castañas, sino porque su madre ya lo hacía antes que él en este mismo punto en los años 50. «La vida ha cambiado mucho desde entonces. Con decirte que antes con los neones de los cines no me hacía falta luz para el puesto», comenta.

Algo menos de tiempo lleva asando castañas Valentina. Para ella este era un oficio extraño al principio, ya que en su Ucrania natal las castañas «solo se usan para alimentar a los cerdos». Ahora, no obstante, Valentina no solo piensa que los calvotes son un aperitivo delicioso, sino que además tiene una puesto con licencia para los próximos 15 años. Quién se lo iba a decir cuando empezó hace ocho años en esto, sin papeles y trabajando para un castañero con licencia. Eso sí, Valentina prefiere el verano. «En verano tengo también mi puesto de helados. Me gusta más porque tengo electricidad, puedo ver la tele, leer... Esto de las castañas es mucho más sacrificado», asegura.

Las cámaras de ABC recorrieron esta semana las calles del centro de Madrid para conocer de cerca las historias de sus castañeros. Historias de tradición y de superación que plasma el vídeo que acompaña a la noticia.

«Nunca pensé en ser castañera porque en mi país esto solo se lo comen los cerdos»

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