Suscribete a
ABC Premium

Objetivo: salvar el «cáliz» de Villaverde

Los vecinos del barrio de Butarque reclaman que el histórico depósito ferroviario de agua recupere el protagonismo perdido tras las verjas de las instalaciones de Adif

Objetivo: salvar el «cáliz» de Villaverde Belén Díaz

ADRIÁN DELGADO

Al final de la calle Eduardo Maristany , muy cerca de la playa de vías de Villaverde Bajo, duerme la sombra de una copa. No es de un árbol si no de un viejo depósito de agua con forma de cáliz. La curiosa construcción de cemento, que aún capta las miradas de los viandantes, fue durante décadas la referencia para localizar el taller de material fijo de Renfe. Ahora descansa, en el olvido, en territorio de Adif.

Aunque ni uno ni otro ordenaron su construcción. Desconocida para la mayoría de los madrileños, esta curiosa obra de ingeniería civil lleva en el mismo sitio desde 1924. La levantó la Compañía de los ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (M. Z. A.). En las revistas de ingeniería se puede leer que es «uno de los depósitos de agua más originales de Europa». Pero para los vecinos del barrio de Butarque es mucho más que eso. Para ellos es un símbolo de la antigua barriada obrera y ferroviaria del sur de Madrid . Su objetivo es darle «vida» e incluirla dentro de los bienes protegidos de la Comunidad junto a los viejos pabellones de Renfe en los que aún vive gente.

Llevan años esperando a que se lleve a cabo el plan de recuperación de la zona que anunció el Ayuntamiento en su nuevo Plan General de Ordenación Urbana. En él, se preveía destinar las naves a equipamientos públicos de carácter cultural. En los foros vecinales, unos se inclinan por dejarla donde está y, aprovechando los árboles del antiguo jardín del taller de Renfe, crear un gran espacio verde. Otros, preferirían trasladarla a «una rotonda para que se viera bien».

El doble depósito sirvió de abastecimiento para las naves de la M. Z. A. – desde 1944 de Renfe – y para las viviendas de los trabajadores. Lo cierto es que, pese a su edad, su aspecto no es malo. Detrás de las vallas se puede observar que ha sido remozada y que su original greca decorativa y las siglas de la M. Z. A. aún brillan y sobreviven tras el ocaso de los talleres.

El legado de esta antigua compañía de los caminos de hierro se puede ver en otros edificios de la región. Como en la estación de Aranjuez, por ejemplo. O, también, en la estación de Atocha, en cuyos tejados laterales se lee la leyenda «Madrid-Zaragoza-Alicante». Un homenaje al esplendor del pasado ferroviario madrileño al que aspira la «copa de Villaverde».

Objetivo: salvar el «cáliz» de Villaverde

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación