Los rectores acusan a la Administración de «ningunearles» y de adoptar medidas que «perjudican» a la sociedad

«No es solo que se nos exija hacer las mismas actividades con menos recursos, sino que además de ello, y no es el caso de la directora general de Universidades e Investigación, Rocío Albert López-Ibor (nueva en el cargo) se traslada al entorno una visión tan dañina como falsa de la realidad universitaria», reprochó ayer el rector de la UPM, durante el acto de apertura del nuevo curso académico universitario y tras la intervención de López-Ibor.

En palabras del rector, esto produce «crispación en los ánimos de algunos, que inducen a situaciones de desasosiego e incertidumbre». De esta forma, Conde destacó que la apertura de este nuevo curso se realiza «en el momento más difícil de la historia reciente».

Todo ello, a pesar del esfuerzo que han hecho las universidades madrileñas para ajustar sus presupuestos durante los cursos anteriores con «brutales recortes», manifestó. Por ello, Conde advirtió que las universidades se encuentran en una «situación límite en la que es necesario el apoyo del Gobierno regional y nacional para no producir daños irreversibles en el frágil sistema de educación e investigación» de los centros de enseñanza superior.

Conde alertó, asimismo, de que «está en riesgo» el acceso a la formación superior de los jóvenes debido a la subida de tasas y criticó «un sistema de becas en el que cada vez menos pueden acceder a ellas».

Las demandas de los rectores se extienden a toda la comunidad universitaria, destacó y exigió al Gobierno regional, en nombre de los seis rectores madrileños, que «no enfoque la universidad como mero gasto, sino como la mejor inversión de futuro».