Así fue el domingo trágico en el embalse de Valmayor

La última vez que las vieron estaban sentadas en la orilla, junto a unas rocas, mientras los adultos preparaban la comida. Ninguna de las dos sabía nadar. Las primeras hipótesis apuntan a que cayeron accidentalmente al agua y fueron arrastradas a 25 metros de donde estaban situadas por la corriente, quedando atrapadas en una sima a 8 metros de profundidad . Al parecer, uno de los hermanos intentó socorrer a una de las jóvenes, pero se le escapó de las manos. No pudo hacer nada por ellas porque tampoco sabía nadar.

Enseguida se movilizó una ingente cantidad de efectivos: Cuatro helicópteros (dos de los bomberos, uno del Summa y otro de la Guardia Civil), así como miembros de Protección Civil y de la Policía Local del Escorial .

También llegaron tres dotaciones de bomberos de la Comunidad de Madrid con dos barcas que realizaron el primer rastreo de las aguas donde, por ultima vez, fueron vistas las niñas. Esta primera exploración se llevó a cabo con los denominados «bicheros», palos de cuatro metros de longitud. Finalmente, la Guardia Civil y los buzos del GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) dieron con los cuerpos de las menores, que fueron encontrados a diez metros de la orilla y a unos ocho de profundidad.

El primero de los cadáveres apareció a las 17.41 , según fuentes del servicio de emergencias de la Comunidad. El segundo fue encontrado a las 17.46 . La actuación de los buzos fue breve, en apenas diez minutos dieron con los cuerpos ya sin vida de las menores. Alguno de los familiares salió corriendo hacia las niñas en el momento en el que fueron sacadas del agua. Fue uno de los instantes más tensos para los s ervicios de Emergencias , que atendieron un mínimo de seis crisis de ansiedad.

Una hora después aparecieron el juez de guardia y los forenses, que realizaron un primer peritaje de los cadáveres. Las escenas de dolor de los familiares fueron continuas. Finalmente, por petición expresa de la familia, se permitió que identificaran los cuerpos sobre la misma arena antes de que fueran trasladados al Tanatorio de El Escorial .

El pantano de Valmayor , en el término municipal de El Escorial , no tiene autorizado el baño pero sí la navegación, y es un sitio especialmente frecuentado en días calurosos como el de ayer. Hay que decir que en la zona hay algún cartel advirtiendo de esta prohibición. Todo ocurrió en la zona próxima a la urbanización Los Arroyos , una parte del embalse con mucha pendiente pero en la que, a la hora del siniestro, había más de un grupo de personas pasando la tarde.

Tres horas después del suceso apenas quedaban una decena de personas en el pantano que, por supuesto, no se estaban bañando. «Cuando hemos llegado pensábamos que se trataba de un simulacro, pero luego ya hemos visto que no», señala una mujer de origen latinoamericano. «Nosotros estamos con la barca pero no nos hemos metido todavía, queríamos esperar a que se fuera la Guardia Civil . Por si acaso», nos cuenta otros bañistas. La realidad es que, pese a la prohibición, nadie vigila por que tragedias como la de ayer no se vuelvan a repetir.