Los mejores «templos» de Madrid para los paladares más exquisitos

Mercado de San Miguel: el pionero

El Mercado de San Miguel es una especie de ave fénix: renació de sus cenizas en mayo de 2009, tras décadas de lenta agonía que se tradujeron en el cierre de casi todos sus puestos. Y lo hizo con su mejor plumaje: conservando su estructura metálica y llenando su interior de puestos de los mejores productos en carne, pescado, pan, dulces, frutas...

Del éxito de la iniciativa dan fe los miles de turistas que pasan por allí: no olvidemos que está enclavada en pleno corazón de Madrid, junto a la Plaza Mayor y a sólo unos pasos de la Puerta del Sol o el Palacio Real. Quien quiera comprobarlo, sólo tiene que acercarse cualquier fin de semana.

Mercado de San Miguel, plaza de San Miguel, s/n. Abre los lunes, martes, miércoles y domingos de 10 de la mañana a 24.00 horas, y los jueves, viernes y sábados de 10 a 02.00 horas.

Mercado de San Antón: el estilo

En el Mercado de San Antón, la tradición se mantiene y se mezcla con la modernidad: hay puestos de los de toda la vida, totalmente remozados y actualizados, y una zona superior con un restaurante donde pueden cocinarte lo que te hayas comprado previamente en las plantas de abajo.

Mucho ha llovido desde que San Antón ocupaba, como mercado callejero, uno de los espacios de honor entre los favoritos de los madrileños, sobre todo de los que vivían en el barrio de Justicia. Tanto, que hasta Benito Pérez Galdós lo incluyó en la segunda parte de «Fortunata y Jacinta».

Más tarde, para evitar la suciedad y los malos olores en la calle, el Ayuntamiento cedió un local entre la calle Libertad y la de Barbieri y allí se levantó el primer mercado de San Antón, proyectada por Carlos de la Torre y Costa e inaugurada por el alcalde Alberto Alcocer en 1945.

El barrio comenzó a caer en los 70, y con él su mercado. Que fue recuperado por un plan municipal y transformado en un emblema de la modernidad gastronómica en pleno barrio de Chueca: en mayo de 2011 reabrió sus puertas. Y además de los puestos, la mediana superficie de su interior y el restaurante de la terraza, cuenta con actuaciones en directo de artistas como Nawja Nimri, Christina Rosenvinge y Sidonies.

Mercado de San Antón, c/Augusto Figueroa, 24

Isabela, en el centro financiero

En pleno centro financiero de Madrid, ha abierto sus puertas el Mercado Isabela, un espacio gastronómico de 3.000 metros cuadrados y cuatro plantas con 38 puestos de productos selectos, un restaurante regentado por el chef Joaquín de Felipe, y una sala para cine, conferencias y cook shows. Para el buen tiempo, cuenta también con dos espectaculares terrazas.

En Isabela se puede encontrar delicatessen dulces y saladas, productos gourmet, jamones ibéricos, quesos, panes de lujo, chocolates, las mejores conservas, tapas clásicas y de vanguardia...

Mercado Isabela, Paseo de la Habana, 3. Abierto los 365 día sdel año.

Mercado de Moncloa: lo último

En la calle Arcipreste de Hita, entre Chamberí y Moncloa, se encuentra este novedoso mercado gourmet, el último en abrir sus puertas en la capital. Original en su planteamiento y también en su doble uso -comparte edificio con un vanguardista hotel-, este establecimiento viene a completar la oferta de una zona muy bien comunicada y a un paso de los principales atractivos turísticos de la capital.

En el Mercado de Moncloa hay varias posibilidades para disfrutar con la comida: con marisco, con ostras y sushi, tomando un café, con tapas y aperitivos, con dulces...

Mercado de Moncloa, c/Arcipreste de Hita, número 10. Abierto todos los días de 8 de la mañana a 12 de la noche.

Platea Madrid: el futuro

Comer, cenar o desayunar platos de cualquier parte del mundo, escuchando música en directo, o mientras se asiste a la presentación de un producto, a una función de microteatro. O llevarse comida preparada para casa, o algún capricho gourmet. Todo esto, y mucho más, será posible a partir del otoño próximo en Platea Madrid, el espacio que durante años ocuparon el cine Carlos III y la discoteca Cleofás, y que ahora está en pleno proceso de transformación para convertirse en un espacio novedoso dedicado a la gastronomía, el ocio y todo tipo de eventos.

Llevan un año de obras en el interior del antiguo cine, respetando toda su estructura y elementos protegidos, pero convirtiéndolo en otra cosa: un espacio que pretende ser una revolución en el ocio gastronómico, donde se podrá desayunar, comer y cenar a cualquier hora, entre las 9 de la mañana y las 2.30 de la madrugada. Y se podrá degustar cualquier tipo de comida, y con cualquier presupuesto: desde las tapas rápidas en una barra, a una mesa en un restaurante con una estrella Michelín.

Platea Madrid abre este otoño en la calle Goya, 5