La denuncia que «clausuró» Fabrik

Falta de licencias, suelo no urbanizable y salidas de emergencias junto a ganado suelto. Ésas son las principales sospechas que se ciernen sobre Fabrik, la mayor discoteca de Madrid, situada en Humanes. La misma que vio cómo parte de sus instalaciones eran clausuradas por la Policía Local la tarde del 31 de diciembre, poco antes del inicio del evento de Nochevieja y justo el día en que se cumplían dos meses de la tragedia del Madrid Arena. La misma que el 1 de enero por la mañana suspendió la macrofiesta de Año Nuevo prevista para a partir de las tres de la tarde. La misma que adujo para explicar este portazo que había detectado numerosas entradas falsificadas. La misma sobre la que le llegó una denuncia a la Comunidad de Madrid y la Delegación del Gobierno días antes alertando de presuntas las irregularidades y que está en el fondo de la verdadera razón por la que la Fabrik dejó tiradas a unas 10.000 personas el primero de año sin fiesta «GOA». El sábado, por cierto, habrá otra.

La historia arranca el 26 de diciembre. Un particular remite tanto a Delegación del Gobierno como a la Comunidad de Madrid un documento de tres páginas, al que ha tenido acceso ABC. En él, se vierten acusaciones contra la macrodiscoteca de Humanes del siguiente calado: la mayoría de su superficie no cuenta con licencias de edificación, a excepción de la planta baja de la sala principal;por lo tanto, se le presupone carente también del permiso municipal de funcionamiento.

La sala VIP y sus dos balcones laterales fueron edificados sobre la planta baja dos años después que el resto del pabellón, «sin la preceptiva licencia urbanistica de obras». El resto de áreas bajo sospecha son la enorme terraza, con un río artificial y levantada sobre suelo calificado como rústico y, por lo tanto, no urbanizable; también está el pabellón satélite, separado de la terraza por una carretera «a la que se accede a través de un túnel de unos 25 a 30 metros de longitud, excavado bajo la citada carretera».

El túnel «carece de medidas de seguridad y de licencia», como tampoco, según el comunicante, la tienen el edificio satélite y su pasillo hacia la terraza. Uno de los aspectos más curiosos es que, según esta versión, las dos salidas de emergencias de la sala satélite dan a una finca privada en la que suele haber ganado suelto. Según el Consistorio, que no quiso explicar nada más, la discoteca cuenta con licencia de funcionamiento, algo que sería irregular si realmente estuviese levantada en terreno rústico. Tampoco la empresa se puso en contacto con ABC, tras el requerimiento de un redactor.

El aforo real de la sala principal de Fabrik no llega a las 4.000 personas. La fiesta se anunciaba para unas 6.000. Se vendieron más de 10.000 localidades. Llegó esta denuncia al Ayuntamiento, que el 31 de diciembre por la tarde trasladó al complejo a un inspector y a la Policía Local. Tras la visita, se ordenó el precinto de la enorme terraza. Aún así, la fiesta de Fin de Año, «Oro Viejo», se celebró.

El problema vendría al día siguiente: con semejante número de entradas vendidas pero buena parte del recinto clausurado, era materialmente imposible meter a todo el público. Según la empresa, la cancelación fue por el hallazgo de entradas falsas. Pero, al cierre de esta edición, no había denunciado ese fraude ante la Guardia Civil. Eso sí, se apresuró a anunciar que a partir de hoy devolverían el importe por la fiesta no celebrada.