El emporio de la noche del magnate Flores

Un «gurú» con representación en 19 sociedades (18 como administrador y una, en concurso de acreedores, como apoderado), en las que no sólo se ciñe al negocio puramente hostelero (aunque son la mayoría); sino que también tiene presencia en discográficas, constructoras, representación artística e incluso en edición y diseño gráfico. Por cierto, según el registro mercantil, n o ostenta cargo alguno en Diviertt S. L ., la promotora de la «Thriller Music Park» de Halloween:está en manos de su hermano José María. Eso sí, el negocio es de Miguel Ángel, a quien el juez espera como imputado el próximo martes en Plaza de Castilla.

El imperio Flores, sin embargo, está lleno de costuras. Yse ven. Sólo Diviertt S. L., cuyo objeto social real es «la venta de entradas», tuvo un beneficio un 24% mayor en 2009 que en año siguiente, 2010, último del que ha depositado sus cuentas. Entonce s tuvo unas ganancias de 119.700 euros , 80, apenas para golosinas si tenemos en cuenta el nivel de capital que se mueve en ese mundo. Sólo en el pago a Madrid Espacios y Congresos por la fiesta maldita debía abonar más de 40.000 euros . Y una cifra muy similar a la deuda de 45.882 euros que tiene contraída con las entidades de crédito. De sus 19 sociedades, nueve tienen incumplimientos con el fisco; otras muchas, la mayoría, no han presentando sus cuentas en fecha.

No son esos sus negocios más públicos. Nombres como Maxime, But, Tiffany’s, La Terraza de Chamartín, Sala Marco Aldany y Nativa Bambú (en Ecuador) no se le escapan a los amantes del ambiente nocturno, en ocasiones de lo más exclusivo.

En sus reservados, dicen, se han cerrado tratos; en sus reservados, dicen, también se ha visto más de una vez al vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, que sólo confiesa que Flores es «un conocido», y no el amigo a cuyo hermano casó en la Casa de la Panadería. Las lágrimas de tristeza de Miguel Ángel Flores este primero de noviembre por las víctimas de su «Thriller Music Park» eran sinceras. Estaba el regusto de la que se le venía encima. Sea o no responsable del accidente, su negocios se resentirían. Por lo pronto, la macrofiesta de Año Nuevo de la que ya se estaban vendiendo entradas, prevista también en Madrid Arena, ha tenido que cambiar de ubicación.

La que sí se mantiene es la sesión especial que a las 00.00 horas del 1 de enero arrancará, un año más, en Macumba. La sala que en 1994 abría a modo de «after hour» y donde desde entonces mantiene las sesiones «Space of Sound». La marca de la casa.

Y de la que en 1999 hablaba así: «Hubo una fase de transición. El primer paso era alejarnos del concepto ‘after’. En ese momento sufrían de mala prensa entre las autoridades y la opinión pública. No queríamos estar relacionados con estos locales; nuestro objetivo era crear un lugar único. Cambiamos, como decía, el horario, y poco a poco depuramos el público». El «magnate de hojalata», como hay quien le llama, es ahora objeto de anónimos a periodistas. Ninguno enviado por un amigo. Pero la hora de la verdad llega este martes. A las diez. El caso «Madrid Arena» ha comenzado.