Los bomberos de Guadalajara echan a andar para llevar sus reivindicaciones al Congreso

El trayecto se ha iniciado en la mañana de este lunes desde la capital con lluvia y no por la A-2, por motivos de seguridad, sino por una ruta alternativa autorizada por la Subdelegación del Gobierno que contempla el paso por la CM-1007, más conocida como 'Carretera de la Patata', para luego tomar otras rutas de paso, tal y como ha señalado a Europa Press, Julio Prego, portavoz de los Bomberos de Guadalajara.

La intención de los caminantes es llegar por la tarde a la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz, unos 40 kilómetros por la actual ruta, desde donde iniciarán la mañana del martes camino hacia Madrid.

Los bomberos de Guadalajara han iniciado esta ruta para denunciar el incumplimiento en los planes de seguridad por parte del Ayuntamiento de la capital, la discriminación salarial con respecto a otros compañeros del mismo gremio -de unos 400 euros mensuales- y también el calendario de servicios mínimos «impuesto» desde el Consistorio, y que para Prego «supone una clara disminución de la seguridad ciudadana y nuestra».

Según su portavoz, toda la plantilla se ha sumado a esta marcha, aunque el hecho de que se hayan establecido unos servicios mínimos de siete personas ha conllevado que tenga que ser secundada por alguno menos, aproximadamente algo más de una treintena de bomberos. No obstante, en su camino están siendo también acompañados, en algunos tramos, por compañeros de otras comunidades como Madrid, de la propia provincia de Guadalajara y también está previsto que en las próximas horas se sume alguno de Toledo, tal y como ha dicho Julio Prego.

«Nuestra marcha ahora a Madrid es porque alguien se tiene que hacer responsable de esto. La situación es muy, muy grave y alguien tiene que atajar esto», ha insistido. Por su parte, desde el equipo de Gobierno del Ayuntamiento consideran que con estas movilizaciones los bomberos reclaman una subida de 400 euros -un 20 por ciento- que tal y como señalaba días atrás el propio alcalde, Antonio Román, «el Ayuntamiento no puede aceptar».