Este martes se celebra la última junta en la Casa de Guadalajara en Madrid

De momento, a partir de este mismo martes 13 de enero, la Casa de Guadalajara en Madrid dejará de funcionar como tal entidad habiéndose fijado el cierre definitivo de la misma para antes de fin de mes, tal y como ha señalado a Europa Press el todavía presidente de la entidad. Acevedo no se ha atrevido a pronosticar lo que puede pasar en un futuro en referencia a si la Casa de Guadalajara podría volver a abrir sus puertas, pero si ha dejado en el aire esa posibilidad, en alusión a diversas líneas a valorar: una presencia real pero también ha hablado de virtual, reconociendo como inconveniente el alto coste de los locales en Madrid.

A partir de este martes, tras acordar dicha disolución, la Junta directiva pasará a ser comisión liquidadora ya que el día 19 la que ha sido la sede de la Casa cerrará definitivamente sus puertas y el 31 de este mismo mes se hará entrega de las llaves al «casero tras dejar el local limpio», tal y como ha dicho Acevedo.

Según ha puesto de manifiesto el presidente, al no tratarse de un cierre por sorpresa sino de algo «que se venía anunciando desde hacía algún tiempo por razones fundamentalmente económicas», los socios han ido asimilando la noticia «aunque con cierta tristeza, también con realismo, pues la única esperanza hubiera sido la de los Niños de San Idelfonso», ha precisado.

Ni siquiera la propuesta de Diputación de incrementar el importe del convenio que había suscrito ha servicio para prolongar la vida de esta Casa porque, en opinión de Acevedo «continuaba siendo insuficiente y sólo hubiera servido para prolongar la agonía un tiempo más», pero si ha querido reconocer la buena voluntad, especialmente de esta institución, para que la entidad siguiera funcionando.

Acevedo también ha valorado la actitud del propietario del local en el que han estado tantos años «porque nos va a condonar los meses que debemos, con lo cual, vamos a cerrar en paz de conciencia y con dignidad», lo que para Acevedo es también fundamental.

En todo caso, el presidente de esta Casa ha reconocido que no lo está pasando bien pero «no ha sido una sorpresa, se venía venir por las apreturas económicas, tras dejar claro que este cierre no debe mostrase tristes sino satisfechos de lo que hasta ahora han podido hacer».

En cuanto al archivo propiedad de Casa de Guadalajara, desde su cierre pasará a ser «depositado» en dependencias de la Diputación por ofrecimiento de la propia institución «en concepto de depósito», lo que incluye colecciones artísticas, fotográficas y biblioteca, ha concluido este presidente, satisfecho del trabajo realizado desde Casa de Guadalajara a lo largo de su historia.