La Cueva de los Casares estará expuesta al público desde Semana Santa
El conjunto arqueológico único situado en Riba de Saelices podrá ser visitado mediante cita previa
El conjunto arqueológico de la Cueva de los Casares, en La Riba de Saelices (Guadalajara) abrirá al público la próxima Semana Santa. La fecha se acordó durante la visita del jefe de servicio de Archivos y Museos, Víctor Antona del Val, al Museo Comarcal de Molina de Aragón, la entidad que se hará cargo de gestionar las visitas a este enclave, junto con las del castro celtíbero de "El Ceremeño", en Herrería. En la visita, Antona del Val ha conocido las reformas que se están llevando a cabo y ha concretado los aspectos técnicos que regirán la apertura de la cueva al público, según han informado desde el Museo Comarcal de Molina.
En este sentido, Antona del Val mantuvo una reunión con el director del Museo, Juan Manuel Monasterio, en la que se acordó destinar una partida para el acondicionamiento y dotación de la misma y establecer las medidas de seguridad precisas para garantizar la conservación óptima de los grabados rupestres.
Asimismo, se estableció que la visita se realizará mediante cita previa, con el fin de evitar visitas masivas y garantizar la conservación de sus grabados de excepcional importancia. Para ello se fijarán estrictas medidas de seguridad y tiempos de permanencia en su interior y se llevarán a cabo siempre bajo la dirección y supervisión de guías especializados.
El yacimiento
La Cueva de los Casares cuenta con unos grabados datados entre 30.000 y 25.000 años antes de Cristo y que fueron descubiertos en 1928. El excepcional valor de las mismas fue lo que condicionó que un lustro más tarde, en 1934, la cueva fuera declarada Monumento Nacional.
Se trata de una muestra de arte rupestre única en el mundo, al ilustrar el tema de la procreación en algunas de sus figuras y al ser poco frecuente encontrar este tipo de restos en el interior de la Península. Según datos del Museo Comarcal de Molina, en torno a un millar de personas al año, principalmente madrileños, se acercaban a visitar esta cueva antes de su clausura.
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