«A Rapa das Bestas», una batalla cuerpo a cuerpo entre hombres y caballos

El ritual ha adquirido con el paso de los años un premeditado procedimiento. Tras una pequeña confrontación hombre-besta se dividen tres de los «aloitadores», uno en el rabo y dos en la cabeza, para concluir con la rapa . En total se realizan tres durante los cinco días de fiesta, en sábado, domingo (día de mayor afluencia) y lunes, Para esta última, que tendrá lugar mañana, la organización tiene preparado el «Curro Benéfico da Rapa das Bestas». Las donaciones recolectadas se entregarán a la Asociación Española contra el Cáncer.

Además, en esta nueva edición el Ayuntamiento de A Estrada lleva una intensa jornada de promoción. Su alcalde, José López Campos, presentaba el pasado martes un autobús que circularía por las ciudades gallegas para informar de la festividad. Los interesados en ver esta tradicional actividad son cada vez más numerosos y variados, llegando incluso a sobresalir las fronteras españolas.

Sus orígenes son mucho más antiguos de lo que informan los datos escritos encontrados. Según estos, datarían del año 1682. Sin embargo, son muchas las tradiciones orales que conocían la labor mucho antes. En la actualidad se ha cambiado la fecha del día de Pentecostés (elegida cuando estaba vinculado con la Iglesia) por el primer fin de semana de julio.

Este pequeño pueblo de A Estrada ve reconocida cada año su fuerte unión con esta vieja ceremonia. Después de que la Unesco la premiara con el título de Fiesta de Interés Turístico Internacional , los beneficios y el número de trabajadores ha ido en aumento. En este fin de semana, para los curros se han acreditado 70 profesionales de 14 países distintos , que abarcan desde Turquía hasta Chile. Su alcalde destaca la fiesta como fuente de generación de riqueza para todos los municipios del entorno y su condición de «buque insignia» del turismo estradense . Así lo afirmaba en su discurso del pasado 30 de junio cuando también aprovechó para felicitar a la Asociación da Rapa das Bestas por organizar los curros y a las instituciones colaboradoras. Lo que es innegable es que las aldeas de Sabucedo, Devesa y Barbeira, que suman un total de 50 habitantes, deben a esta festividad gran parte de su reconocimiento en el exterior.