De Lara imputa a Besteiro por cuatro delitos de corrupción urbanística

La titular del Juzgado de Instrucción nº1 de Lugo imputa además al anterior alcalde de Lugo, José Clemente López Orozco , por presunto tráfico de influencias, prevaricación y delito contra el territorio , así como a otras tres personas relacionadas con el desarrollo urbanístico de las Torres del Garañón , y llama en calidad de testigo a la esposa de Gómez Besteiro, que declarará el 21 de julio. Su marido y Orozco lo harán el 31, y el resto de imputados el día 28.

Según el auto, la juez también tiene dudas acerca de la procedencia del dinero con el que Besteiro adquirió su vivienda en la capital lucense. De Lara entiende «inusual» que los 36.000 euros de entrada se abonen en metálico «en lugar de hacerlo, como sería lo normal, mediante una transferencia bancaria». Igualmente, «tampoco existe constancia de la procedencia del resto de la suma satisfecha», 102,232,78 euros, completando los algo más de 138.000 que pagó por su residencia.

Entiende De Lara que, según tasaciones de inmobiliarias lucenses, el precio pagado está por debajo de los valores de referencia. La instructora vincula esta rebaja a la aprobación definitiva de un convenio para el desarrollo urbanístico de las conocidas como Torres del Garañón. La promotora a la que Besteiro compró su piso, Construcciones J Díaz Fernández SL, es la misma que a su vez vendió los solares sobre los que se desarrolló el pro- yecto del Garañón.

Sobre este proyecto el PP lucense ha realizado reiteradamente denuncias sobre las anomalías en su tramitación, que llevaron a la corporación local a aprobar en un pleno extraordinario un sábado 31 de diciembre el convenio definitivo de su desarrollo para garantizar la máxima edificabilidad al promotor, asumiendo el ayuntamiento el pago de compensaciones en caso de que fuera rebajada.

Entiende De Lara que existen «indicios bastantes para considerar» que las reformas que Besteiro acometió en su vivienda «podrían haber sido un regalo» de la empresa Construcciones Pedrouzo, «cuyo gerente era cuñado» de una persona que posteriormente sería concejala de urbanismo en Lugo. La juez concluye esto al entender que las obras se realizan «en 2005 y 2006» pero «la factura no se emite hasta cinco años después» , aparece «pagada en 2010 con cargo a la cuenta del señor Besteiro» pero sin que conste «como es obligatorio en la contabilidad» de la empresa constructora.

A mayores, el auto señala que la licencia para esta reforma en casa de Besteiro no habría sido solicitada en marzo de 2005 por él, sino por quien le vendió el piso, el empresario Alfonso Quiroga , que declaró desconocer esta cuestión ante la Guardia Civil. «Lo cierto es que en la fecha de la petición y concesión de obra menor —firmada por el concejal Besteiro—, el piso ya era propiedad» del actual líder socialista.

Abunda más la instructora, al recoger testimonios de los obreros que realizaron la reforma, que negaron haber visto nunca a Quiroga por la vivienda mientras que sí reconocieron a Gómez Besteiro interesándose por el desarrollo y evolución de la misma. «Esto evidencia que se habría concedido a sí mismo una licencia de obra para un inmueble de su propiedad , a pesar de existir un claro conflicto de intereses que le deberían haber llevado a abstenerse», prosigue el auto.

Además, la juez cree que Besteiro incurrió en «enriquecimiento fraudulento» al no liquidar correctamente las tasas municipales de obras, ya que su solicitud no concuerda con la factura que realizó Construcciones Pedrouzo.

A última hora de la tarde, José Ramón Gómez Besteiro mostraba su «sorpresa» en un comunicado por enterarse de su imputación «a través de los medios» por lo que entiende que es «un procedimiento administrativo». Lamentó la «indefensión» generada hacia su persona por no haber sido notificado por el Juzgado y reiteró su «confianza absoluta en la legalidad del proceder del Concello de Lugo» respecto al proyecto del Garañón. Recordó que ya remitió toda la documentación sobre la compra de su casa al juzgado y exigió a la juez «todas las garantías» y «la mayor celeridad».