Los vecinos de Coia denuncian a Carmela Silva por llamarlos «nazis»

La hostilidad creciente del gobierno local hacía los ciudadanos críticos de uno de los barrios más populares de Vigo se manifestó en las redes sociales a través de la edil Carmela Silva. La número dos del consistorio calificó el 29 de marzo, según denuncian los vecinos, de «nazis» e «imponer nuestra opinión ejerciendo la violencia» . La reacción inmediata de la Asamblea de Coia fue la de acudir a los tribunales para denunciar a la diputada. Según se recoge en un comunicado enviado a los medios de comunicación, los vecinos califican como inaceptable que un representante político se refiera de esa manera a un grupo de vigueses que lo que hacen es poner de relieve la falta de compromiso del gobierno socialista con las políticas sociales.

Los manifestantes lo tienen claro. Recuerdan que la llamada lucha de la rotonda fue desde un principio y hasta ahora «un movimiento reivindicativo, pacífico y comunitario, en el que diversas gentes del barrio de Coia y la ciudad, intentamos visualizar la situación de precariedad y empobrecimiento en el que vive una importante parte de la ciudadanía». De ahí que anuncien que la próxima semana presentarán «una denuncia penal colectiva» con la finalidad de atajar por la vía judicial los excesos del gobierno local vigués.

El frente vecinal se acumula a la investigación judicial de los enchufes en el seno del consistorio con los que tiene que lidiar el equipo de Caballero. De hecho mañana prestarán declaración en el juzgado de Vigo cuatro imputados por su participación en una trama de colocaciones en las que presuntamente está implicada la cuñada de la edil Carmela Silva.

De momento el regidor enfrentó la polémica derivando a los interesados en tener datos a las explicaciones concejal Carlos López Font. Y así fue, el portavoz del grupo socialista respondió atacando y señaló que «la cuñada de Carmela Silva lleva dos años en el paro por culpa de la reforma laboral que aprobó el PP» , pero evitó dar datos sobre cómo se realizó su contratación en los centros cívicos de barrio y cuánto duró su relación laboral con la concesionaria en la que trabajó.

La postura inflexible del alcalde despierta recelos crecientes en la oposición. El PP cerca a la comisión de gobierno con numerosas iniciativas y la oposición de izquierdas no duda en calificar al regidor como autoritario . También la sociedad civil trata de dar la voz de alarma ante lo que consideran síntomas del «nepotismo del alcalde». En todo caso la presión no va a finalizar hasta que se resuelvan los casos y el alcalde y su segunda ofrezcan todas las explicaciones como «ocurre en todas las instituciones democráticas del mundo».