Quienes fueron este sábado a honrar a sus difuntos en el cementerio vigués de Pereiró se encontraron con una agradable sorpresa. Una impresionante carroza fúnebre motorizada, pintada de luto de arriba a abajo, y con un aire señorial que transportó a quienes lo vieron ... medio siglo atrás.
El que se alzaba, imponente, en medio del camposanto olívico era un Dodge D5, conocido popularmente como «carnero», que transportó a los difuntos vigueses desde el año 1938, cuando la corporación local de la ciudad lo compró por 20.000 pesetas a su fabricante americano.
Aunque, de momento, la ubicación del coche (entre la capilla y el monumento a Concepción Arenal) es temporal, desde el Ayuntamiento no descartan que se vaya a exponer permanentemente en algún lugar de Vigo, dado su enorme valor histórico y artístico.
El viejo Dodge fúnebre de Vigo protagoniza el Día de Difuntos
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