Vigo accede a retirar dos figuras del franquismo en el acceso al monte de O Castro

Así consta en el escrito de recurso que, según fuentes municipales, el Consistorio vigués interpuso este lunes contra la sentencia del juzgado contencioso administrativo que le obliga a retirar la cruz de O Castro , en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.

Entre sus argumentos, el ayuntamiento remarca que la controversia no surge de si «originariamente» la cruz del Monte de O Castro constituía un símbolo del fascismo, sino si «con su configuración real y en el contexto social y democrático actual constituye un objeto de exaltación de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura».

Así, entiende que en el monumento se han llevado a cabo «actuaciones que determinan la desaparición de la carga simbólica fascista originaria», entre lo que se incluye la retirada de un sarcófago, dos coronas de laurel, la inscripción «Caídos por Dios y por España ¡Presentes! 1936-1939», los escudos preconstitucionales, los emblemas de la Falange y los Requetés. Además, en alusión concreta a la cruz, insiste en que su estética y diseño «es el de una cruz latina de líneas rectas, sin adornos ni emblemas», lo que «no es patrimonio exclusivo de ninguna ideología política, forma de estado o de gobierno y mucho menos atributo de una dictadura militar».

Finalmente, ha recalcado que la cruz «está incorporada a la ciudad de Vigo» y «no existe un sentimiento social generalizado de que sea un elemento de exaltación del franquismo», de hecho, recuerda que los ciudadanos no se refieren a ella como «Cruz de los Caídos» sino como «Cruz de O Castro».

Asimismo, en el escrito se pone en relieve que, en el pleno de junio de 1981 de todos sus miembros (socialistas, centristas, comunistas y nacionalistas) acordaron por unanimidad modificar la finalidad de la cruz, convirtiéndola en un monumento a todos los caídos durante la Guerra Civil y la dictadura.

Así, indica que se han retirado elementos franquistas de edificios -como la Casa das artes, el antiguo rectorado y la estación marítima-, se han colocado monolitos, se ha creado el Xardín da Memoria junto al cementerio civil de Pereiró, y se han cambiado los nombres de calles que aludían a personajes de la dictadura y se han renombrado en mención a represaliados y personajes reconocidos socialmente.

Este contencioso fue promovido por la Asociación Viguesa pola Memoria do 36, que, además, junto al BNG, Izquierda Unida y otros colectivos como la CIG, solicitó que el gobierno municipal desistiese en su intención de recurrir la resolución judicial.