Miguel Tellado: «Algunos políticos quieren que haya odio al PP»

—El PPdeG llevaba 103 días sin portavoz. Durante ese período, ¿qué se dejó de comunicar?

—Creo que el partido no tiene problemas de comunicación porque tiene un referente político de primer orden, que es Feijóo, con el que todos los militantes se sienten perfectamente representados. Otros no pueden decir lo mismo.

—¿Puede quedar ahora incomunicado o descomunicado el PP de Ferrol?

—No. Compatibilizaré la responsabilidad que se me encarga como portavoz del PP con el encargo que me dieron los ciudadanos de Ferrol, que es representar a la ciudad en el Parlamento.

—Se marca un reto: comunicar lo que siente el PP. ¿Qué siente entonces?

—Determinados partidos políticos, que son minoritarios, se subrogan la representación de la mayoría social. Pero la mayoría social la representa el PP. Conocemos perfectamente lo que está sucediendo a nuestro alrededor porque estamos en la calle todos los días como cualquier representante político. En todo caso, hay un déficit en la comunicación política en lo referente a las cuestiones de sensibilidad.

—¿Los discursos populistas han ocupado el hueco que provoca ese déficit de sensibilidad en la comunicación?

—Claro. Los populistas dicen lo que la gente quiere oír. Y nosotros tenemos que hacer lo que, por responsabilidad, hay que hacer, pero atendiendo también a las necesidades de las personas.

—¿No agota AGE el cupo de populismo en Galicia?

—Si hacemos una reflexión sobre las elecciones europeas en España y en Galicia, vemos que el PP ha tenido un problema de movilización de su electorado, mientras la izquierda ha tenido otro problema, en mi opinión mucho más grave, que es el de representación. La ciudadanía de izquierdas no se siente representada por los partidos tradicionales de izquierdas, ni por el PSOE, ni por el BNG, ni por AGE ni por Izquierda Unida. En este contexto de falta de representación surge ese movimiento populista. Podemos ha lanzado una OPA hostil contra IU e IU tendrá que ser capaz de demostrar que tiene un espacio político y proyecto propios. Ahora se está enmascarando detrás de unas «mareas» que no se sabe muy bien lo que defienden ni lo que proponen.

—¿Ve al PSOE en las «mareas»?

—Espero que no. España necesita tener a un Partido Socialista fuerte en la oposición, que defienda el interés general y con el que el Gobierno pueda negociar las cuestiones importantes.

—¿Cuál cree que va a ser el efecto Podemos en las municipales?

—Me niego a aceptar que un partido que en las pasadas europeas ha conseguido el 8% del voto emitido vaya a hacer girar la política nacional, autonómica o local en torno a ellos. El PP tiene una hoja de ruta propia, que solo tiene un objetivo: sacar a España de la situación de crisis en la que un gobierno irresponsable nos dejó.

—A Pedro Sánchez le han dado a elegir entre IU y Podemos y ha dicho IU. ¿Qué cree que diría Besteiro?

—Besteiro no diría nada, que es lo que hace siempre.

—Y de cara a las elecciones municipales, ¿dónde se coloca el secretario general del PSdeG en el puzzle de Lugo?

—Eso debería responderlo él mismo, pero por ahora no le hemos visto responder a nada. Nos gustaría que el líder del PSOE en Galicia marcase una postura sobre alguna cuestión y hasta el momento no le conocemos ninguna. Besteiro tendrá que colocarse en algún sitio para continuar su carrera política si es que así lo desea, pero son cuestiones internas del PSOE.

—¿La reforma para que gobierne la lista más votada debe aprobarse antes de las locales?

—Si es posible, sí. Lo razonable es que el PP pueda pactar con el PSOE. Pero si éste no es capaz de asumir su responsabilidad como partido de la oposición, el Partido Popular no puede renunciar al mandato ciudadano.

—Además de ser la nueva voz del PPdeG, también es diputado. ¿Cree que el Parlamento refleja la división que hay en la sociedad gallega?

—No. La irrupción de AGE en el Parlamento ha provocado este clima de crispación y de insulto permanente en la Cámara y también una carrera entre los tres partidos de la oposición para ver quién la dice más gorda. Aclaro que quien insulta es la oposición y quien recibe los insultos es el gobierno y los diputados del PP. Parece que nos hemos quedado solos en esa labor de defender las instituciones democráticas. Me gustaría que el PSOE se desmarcase de esas actitudes de confrontación.

—¿Hay odio al PP?

—Creo que algunos quieren que lo haya. Nosotros, desde luego, no vamos a contribuir a ese clima de crispación y enfrentamiento. Al final, el que necesita recurrir al insulto para descalificar las ideas del contrario es porque no le quedan muchos argumentos para defender las suyas propias.

—¿Y no hay cierta responsabilidad del propio PP o de la presidenta del Parlamento a la hora de permitir que haya un intercambio de insultos?

—Es que no se intercambian. La presidenta de O Hórreo dirige los plenos de forma ejemplar, pero lo que no puede pretender la oposición es que sea la profesora que riñe y castiga comportamientos que no son propios de representantes públicos. Es evidente que los ciudadanos sienten vergüenza y lástima cuando ven comportamientos de este tipo en el Parlamento.

—¿Pero un «gilipollas» no merece una expulsión?

—Para mí sí, pero no se puede culpar al árbitro cuando un jugador da patadas. El responsable de las patadas es el que las propina.

—El portavoz parlamentario popular comentaba que una parte de responsabilidad la tienen los medios. ¿Existe la idea entre los diputados de que eso es lo que llena titulares?

—Hay una competición evidente entre los tres grupos de la oposición para acaparar los titulares del día siguiente. En el Parlamento se habla de muchísimas cosas, pero lamentablemente al final es noticia un insulto.