«La picadura de la avispa asiática no es más peligrosa que la de un abejorro autóctono»

De lo que no cabe duda es de que la particular meteorología de este verano, con jornadas de frío y calor alternas, ha generado un incremento en la población de todo tipo de avispas, incluidas las velutinas. Viejas conocidas de los expertos desde que en 2004 entraron a España a través de Francia, las alarmas saltaron cuando la propagación de este ejemplar mutó en plaga. Para proteger las producciones apícolas, la Xunta activó un plan que consiste en eliminar los nidos —muy grandes en comparación con los autóctonos— para evitar que se propaguen y causen estragos en este tipo de explotaciones mieleras. Y es que las avispas asiáticas no solo atacan a la abejas gallegas sino que las desmembran y se las lleven a sus colmenas para alimentarse de su abdomen. Para diferenciar una abeja típica de Galicia de una invasora, los expertos aconsejan fijarse en su tamaño. Las dimensiones de las asiáticas son menores y su colorido distinto. «La nuestra tiene bandas amarillas y negras y una mancha roja. La asiática tiene el abdomen negro y un segmento amarillo y es un poco más pequeña en comparación», explican.

Las zonas de la geografía más afectadas por esta plaga son la Mariña lucense y las Rías Baixas. Es en estos dos puntos donde Medio Rural está realizando más esfuerzos para detectar y eliminar nidos de velutinas, tanto de una forma activa como pasiva. «Tenemos a personas recorriendo los bosques en busca de sus nidos y también recibimos avisos de particulares que se encuentran con uno y nos alertan», comenta Ulloa. Una vez localizada la colmena, los operarios tratan de retirarla. Si no es posible, se echa mano de los grupos de emergencia supramunicipales, del servicio de Protección Civil e incluso del cuerpo de Bomberos. Además, una red de trampas cargadas con un atrayente específico ayudan a neutralizar a las avispas obreras de regreso a sus nidos.

Pese a circunscribirse al ámbito animal, la invasión de esta especie asiática llegó este jueves al Parlamento europeo donde el eurodiputado socialista José Blanco interpeló a la Comisión Europea sobre sus planes para frenar la invasión de la avispa «asesina» y su impacto sobre la supervivencia de la abeja común. Según Blanco, la despoblación de abejas ha afectado en algunas zonas de Galicia hasta el ochenta por ciento de la población apícola.

Desde Medio Rural, por su parte, advierten de las dificultades de erradicar una plaga que desde hace años afecta también a comunidades como Navarra o el País Vasco y esperan que con la llegada de la temporada de otoño el número de ejemplares invasores descienda.