Caamaño, solo, se ve obligado a dejar el liderazgo coruñés y carga contra Besteiro

Con motivo del congreso provincial de los socialistas coruñeses para elegir a los 22 delegados que acudirán al cónclave a nivel federal, del que saldrá refrendando Pedro Sánchez como líder del partido , el de Cee empezó a repartir recados envenenados a la dirección del PSdeG y a sus compañeros presentes en el acto. Pero, ¿por qué?

El líder provincial se vio arrinconado al no lograr los suficientes apoyos para presentar una lista de afines, ya que su intención pasaba por «construir una lista de consenso», tal y como aseguraba él mismo antes de entrar al cónclave. «Es mentira, no había lista de consenso, lo que pasa es que no tenía el respaldo suficiente», aclararon a ABC fuentes socialistas allí presentes.

Y al ver que se le escapaba la oportunidad de configurar la candidatura para un mero trámite en Madrid, el también diputado optó por la vía más drástica: anunciar su marcha como secretario provincial del PSOE coruñés y cargar contra todos aquellos que decidieron opinar diferente a él. Lo primero lo hizo casi por obligación porque «perdió la mayoría de la provincia», remarcan las mismas fuentes, quienes también entrevén «sectarismo» durante sus dos años al frente de la dirección provincial. «Ha sido incapaz de integrar y las agrupaciones se han rebelado», insisten.

De hecho, la lista ganadora (con 83 votos a favor y 76 en blanco), nació de la alianza de corrientes tan diferentes como el grupo del exdiputado José Manuel Lage Tuñas y el exalcalde de Fene Iván Puentes; el sector de la líder local en La Coruña, Mar Barcón; el de la diputada Beatriz Sestayo o el grupo liderado por el exregidor compostelano Xosé Sánchez Bugallo.

Contra éste también lanzó sus reproches Caamaño, aunque veladamente. En medio de las acusaciones de «presión» a la cúpula del PSdeG por, supuestamente, estar detrás de esa «contralista» vencedora, el exministro aseguró: «Nos consta que expresamente se ha hecho desde la ejecutiva gallega, con el apoyo además de otro sector del partido que es responsable de 300 afiliados en la ciudad de Santiago . Ahora sabemos que el pelotazo no era solo para la ciudad, sino para algo más», espetó. También en público aprovechó para criticar a la número dos de Besteiro por «intentar competir con una provincia entera». Una provincia que, sin embargo, le dio la espalda. De hecho, la candidatura ganadora está llena de alcaldes, como los de Paderne o Muros.

De puertas adentro, Caamaño elevó los reproches hacia Cancela e incluso la acusó de instigar un «golpe de estado». La afirmación la extendió a los delegados elegidos y a los demás presentes que no lo respaldaron, algo que los señalados consideran «muy grave».

Antes de finalizar el encuentro, la presidencia del congreso, en manos de Mar Barcón, leyó una petición de la agrupación de Santiago, mediante la que se insta a la ejecutiva gallega a designar una gestora, toda vez que el exministro de Zapatero manifestó su intención de dejar el cargo. Así lo anunció ante sus compañeros de partido, aunque fuera de la sala no pronunció la palabra dimisión, limitándose a avanzar que convocaría primarias para después del verano, de las que saldrá su sustituto. No obstante, las fuentes consultadas advierten de su incapacidad a la hora de organizar una consulta entre las bases, pues no es su competencia.

En todo caso, el enfrentamiento a pecho descubierto de Caamaño —que contrasta con el cierre de filas en los congresos de Lugo, Orense y Pontevedra— ya no tiene vuelta atrás. Porque más allá de una batalla entre los socialistas coruñeses, detrás de su desafío al aparato se esconden las dos grandes corrientes actuales en el PSdeG: los que reman con el líder actual y los que van en su contra. Y entre estos últimos se sitúa el propio Caamaño y el sector afín a «Pachi» Vázquez .

La confrontación es más que evidente. Y es que mientras ambos apoyaron a Eduardo Madina, el sector de Besteiro se decantó por Sánchez . Resta mucho que «coser» en la federación gallega, ardua tardea para un secretario general que suele ponerse de perfil.