Orozco anuncia la intervención temporal de la concesión del servicio de basura

El regidor ha informado de que el próximo lunes está previsto que la empresa Tragsa comience a recoger residuos mediante la cobertura de servicios mínimos, así como lo que indiquen los técnicos del Consistorio.

Todo parecía indicar que este jueves se pondría punto final al conflicto que mantiene Lugo en huelga de recogida de basura desde el pasado 9 de junio. Pero al ansiado punto le sigue un aparte. Y es que, lejos de acercar posturas, las partes se alejan cada vez más. La negociación quedó «rota, ni suspendida, ni aplazada. Rota», aseguraron a ABC fuentes de la empresa. Esto quiere decir que no hay emplazamiento para nuevas reuniones ni convocatoria formal para las partes se vuelvan a sentar en torno a una misma mesa.

Precisamente sobre la mesa el mediador exponía una propuesta de síntesis, que venía a coincidir con el planteamiento inicial de los sindicatos, salvo por un matiz: los 600 euros de subida salarial se consolidarían en el plazo de tres años y no en el presente ejercicio. Así la subida sería progresiva, con un incremento de 100 euros en el primer año, 150 en el segundo, y 200 en el tercero, hasta alcanzar los 600 que exigían los sindicatos, en 2017.

Pero, con más de 700.000 euros de pérdidas —a los que habría que sumar la factura de Tragsa, en caso de tener que asumirla— para la empresa esta petición se antoja «inasumible». Por ello, Urbaser estaba dispuesto a negociar las medidas disciplinarias, es decir, la suspensión de 60 días de empleo y sueldo.

Sin embargo, y pese a que llegaban a la reunión con la intención de alcanzar un acuerdo y poner fin al parón, los sindicatos se negaron. «No quieren oír hablar de ningún tipo de recorte ni de restricción. Solo están dispuestos a que aprobemos, o no, el convenio. Sin más», añaden las mismas fuentes. Para Urbaser, esta actitud es «una nueva demostración de posturas sindicales que se acercan mucho al chantaje». «Pretenden que la empresa cumpla con determinadas obligaciones mientras ellos incumplen sistemáticamente, los servicios mínimos de recogida», recuerdan.

Mientras, y sin acuerdo posible a la vista, en las calles de Lugo se acumulan unas 400 toneladas de basura.