Los otros perdedores de NCG

La operación acordeón, a instancias del FROB, hizo perder 70 millones a un grupo de grandes empresarios gallegos que arrimó el hombro para evitar la desaparición de la entidad. Sus casos están judicializados

Los otros perdedores de NCG somoza

M. P.

Preferentistas , políticos y auditoras cuestionadas, empleados despedidos, directivos bajo el foco de la Justicia, obra social desvirtuada... las víctimas conocidas del amargo proceso de reconversión bancaria por el que atravesaron las cajas en Galicia se cuentan por miles, pero también afectan a un ... pequeño grupo de grandes empresarios gallegos que arrimaron el hombro para evitar el actual desenlace. Aunque no todos, en su mayoría han renunciado a recuperar su inversión.

«Perdieron 70 millones y el Estado 6.500». Con estas palabras respondía el director del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Antonio Carrascosa, a los ejecutivos gallegos contrarios a la operación acordeón que el organismo autónomo aplicó sobre Novagalicia en diciembre de 2012, reduciendo a cero la participación de éstos en la entidad nacionalizada. De poco sirvieron entonces las amenazas de judicializar una decisión que, en la práctica, le ha supuesto una cascada de demandas con el aval de la Xunta de Galicia, en su papel de representante de la comisión gestora de la Fundación Novacaixagalicia.

« El FROB actuó de acuerdo a la ley », aseguraba su máximo representante, para justificar la negativa a un posible acuerdo con los accionistas. Entre los inversores se encuentran la cervecera coruñesa Hijos de Rivera, con 4,5 millones perdidos, y el empresario Manuel Añón, propietario de Hierros Añón, con 28.

Primer juicio, en julio

«Engañado». Así dijo sentirse Añón por parte de la cúpula directiva de NCG y de los responsables del ente público. Su entrada, la primera oficializada, fue negociada directamente con el expresidente de la entidad gallega, José María Castellano . Entonces, el empresario era el único socio privado de la Corporación Novacaixagalicia, tras adquirir en noviembre de 2007 un 5,57% del brazo inversor de la extinta Caixa Galicia por 100 millones de euros. Conocido su interés por deshacerse de esta participación, finalmente acordó la venta a cambio de una suma en efectivo y un 1% del banco. Esto sucedía en 2011.

Un malestar que la defensa de este empresario dejaba ayer patente coincidiendo con la audiencia previa celebrada en Juzgado de Primera Instancia de La Coruña para fijar la fecha del juicio de la demanda de Hierros Añón contra el FROB y NCG . La vista arrancará el próximo 10 de julio con el interrogatorio y la prueba testifical, mientras que al día siguiente tendrá lugar la prueba pericial.

Al respecto de esta última, las partes han solicitado que se admitiese como prueba diversa documentación, entre ellas noticias de prensa en las que, según el letrado de la firma empresarial, «lejos del deterioro de la entidad, se aludía a su solidez y solvencia» lo que constataría que su cliente fue «víctima de un engaño doloso». No lo ve así la asistencia jurídica del ente público, que aludió al reciente nombramiento del administrador de Hierros Añón, Edelmiro Añón, como miembro del consejo consultivo del Banco Sabadell para tumbar el principal argumento de la demandante. «De este cargo se deduce su carácter profesional y conocimiento del sector financiero», se expuso ante la juez, que negó como prueba las entrevistas publicadas en prensa de los directivos del banco en 2011, en pleno proceso de reestructuración.

Al respecto del ajuste contable de 1.127 millones sobre el asiento de la fusión (de las antiguas cajas gallegas) y que el empresario coruñés aseguró desconocer, el FROB defendió que este se recogía en una auditoría de las cuentas de 2010.

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