Galicia
Galicia vende el gasóleo más caro de toda España
Feijóo arremete contra las petroleras por «acordar» un precio un 5% superior al resto de España y avanza medidas orientadas a ampliar la competencia
Todo conductor que durante esta Semana Santa decida repostar en una gasolinera de la Comunidad gallega deberá rascarse el bolsillo. Y es que Galicia es la segunda autonomía, solo superada por Baleares, con el gasóleo más caro (se dispara hasta los 1,39 euros durante estas fechas) y la cuarta que registra un mayor precio en la gasolina (1,45 euros). De ahí quellenar un depósito de unos 50 litros cueste esta festividad una media de 69,5 euros en el primer caso y de 72,5 en el segundo. Los precios, fruto de un incremento experimentado los últimos días, atienden a la tónica que se viene repitiendo en la Comunidad durante los últimos años.
No obstante, la situación en esta ocasión es, cuanto menos, paradójica. Y es que mientras los valores caen en el conjunto del Estado —al cierre de marzo el precio bajó un 1,2%—, en Galicia vuelven a subir un 0,7%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este panorama no pasa desapercibido para los miles de gallegos que todos los días acuden a repostar ni tampoco para la Administración autonómica, que ayer alertó de los altos precios del gasóleo en la Comunidad tanto antes como después de impuestos. Este último es el que finalmente repercute en el consumidor.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quiso lanzar dos mensajes a todos los conductores antes de iniciar su asueto y después de comprobar que Galicia es la comunidad autónoma que tiene el precio del gasóleo antes de impuestos «más alto de España». El primero, a modo de denuncia, ya que el titular autonómico no encuentra «ninguna justificación» —sobre todo teniendo en cuenta que una de las ocho refinerías de España se sitúa en territorio gallego— para que las petroleras «se pongan de acuerdo para vender el gasóleo un cinco por ciento más caro» aquí que en el resto del Estado.
Es decir, Feijóo entrevé que las empresas pactan al alza los precios, práctica ilegal, y por eso volvió a instar al Tribunal de Competencia a finalizar el expediente abierto el año pasado. No contento con ello, el Ejecutivo autonómico remitirá otro informe con nuevos datos, elaborado por el Consello Galego de Competencia y expuesto ayer en la habitual reunión del Gobierno gallego —trasladada al miércoles por los festivos— por la conselleira de Facenda.
En el documento se constata que en febrero de este año el precio del gasóleo sin tributos ascendía a 75,4 céntimos el litro, esto es, 1,8 céntimos más que la media española o, lo que es lo mismo, un 2,4% superior. Y si se toma como referencia el mes de diciembre de 2013 se observa cómo el precio era 1,4 céntimos más caro que en el mismo mes de 2012, lo que conllevó a registrar en Galicia «la mayor subida de toda España».
Orense, la más cara
El informe hace también un desglose por provincias en el que se verifica que, de entre las seis con valores del gasóleo más altos, cuatro de ellas son gallegas. Los orensanos son los que se llevan la peor parte, pues es la zona que registra los precios más caros de toda la Península. A modo de comparativa, el jefe de San Caetano expuso cómo un conductor catalán, si llena un depósito de 50 litros cuatro veces al mes, paga 120 euros menos al año que un consumidor gallego. Y es que en Cataluña, pese a que aplica la misma tributación sobre el combustible que Galicia, el precio medio del gasóleo es cinco céntimos menor.
Por tanto, Feijóo descarta que la situación sea un problema de las gasolineras o provocado por la fiscalidad sobre los carburantes —que, según datos oficiales, la Comunidad comparte con el 85% del territorio español— y lo enmarca en los intereses de las petroleras, que «quieren vender el gasóleo más caro», subrayó sin matices.
De ahí que, junto al mensaje más crítico, el presidente de la Xunta haya querido ofrecer otro de impulso para revertir los datos. El Ejecutivo autonómico está trabajando ya en una serie de medidas para elevar la competencia en el sector bajo un único objetivo: lograr una bajada de precios.
Junto a la petición lanzada a Competencia, la Administración facilitará la instalación de gasolineras independientes y se «animará» a los centros comerciales a poner en marcha más puntos de repostaje. Dos propuestas que pretenden atajar dos de las deficiencias actuales: el escaso porcentaje tanto de estaciones independientes como low cost. Sin ir más lejos, Santiago carece de gasolineras adheridas a centros comerciales y, por ende, con precios mucho más asequibles.
