Una nueva alerta roja aguará el fin de semana

Los municipios gallegos se preparan para un nuevo frente mientras hacen recuento de unos daños que, en el caso de concellos como el de La Coruña, superan el millón de euros

Una nueva alerta roja aguará el fin de semana Miguel muñiz

patricia abet

Lejos de estabilizarse, la complicada situación meteorológica que afecta a Galicia amenaza con dilatarse en el tiempo. Aunque es difícil aventurar una predicción más allá de los diez días, los meteorólogos confirman que las precipitaciones se mantendrán hasta donde las previsiones alcanzan a ver. Y ... en ese horizonte las alertas seguirán marcando el paso, al menos, hasta el próximo fin de semana, cuando se espera la llegada de una nueva borrasca que obligará a activar la alerta roja en todo el litoral de la Comunidad y la alerta amarilla en tierra por vientos y lluvias.

Entre tanto, los municipios más afectados por las rachas de viento —que ayer oscilaron entre los 130 y los 150 kilómetros por hora— hacen balance de los daños ocasionados por la cadena de temporales que llegan desde el Atlántico. Uno de los primeros en sacar la calculadora fue el concello de La Coruña, donde los destrozos ascienden a más de un millón de euros. En Foz, el desprendimiento del tejado del instituto de la localidad fue cuantificado ayer en unos 40.000 euros. En otros puntos de la geografía como Vilanova de Arousa (Pontevedra), la ciclogénesis «Qumaira» también se llevó consigo la cubierta de un centro de secundaria, por lo que más de un centenar de alumnos se quedaron sin clase. En Vigo, parte de la fachada de un colegio se vino abajo aunque no hubo que lamentar daños personales.

Más de 600 incidencias

La intensidad con la que el viento batió durante toda la jornada de ayer provocó que en el Centro de Emergencias de Galicia 112 se registrasen al final de la tarde alrededor de 662 incidencias. La mayoría de las llamadas coincidieron en el tiempo con la franja horaria en la que el temporal mostró su peor cara, entre las 11 y las 16 horas. Los desprendimientos de estructuras y la caída de vallas, árboles e incluso muros marcaron las salidas de los servicios de emergencias, que también tuvieron que atender numerosos desprendimientos de tejas y hasta el derrumbe de dos viviendas abandonadas en Nigrán y Caldas de Reis, que a su vez provocaron daños en otras casas contiguas y sí habitadas.

Vuelos desviados

En los aeropuertos, las ráfagas de viento asociadas a «Qumaira» impidieron el aterrizaje en Lavacolla de un vuelo proveniente de Turquía. En total, el viento obligó a desviar tres vuelos en Vigo, dos en Santiago y uno en La Coruña. La enésima borrasca que visitó Galicia en lo que va de año también provocó problemas en la red ferroviaria donde, a primera hora de la mañana, uno de los trenes que hacía el trayecto entre Vigo y Santiago impactó contra un tronco que se había caído a la vía, cerca del municipio de Catoira. El incidente se saldó sin heridos, pero la parte delantera del tren sufrió daños importantes.

Los cortes de luz fueron otra constante ayer en Galicia. En Vigo, en la zona de Valladares, la caída de árboles en una línea en Quintián afectó a 190 clientes; y en Nigrán y Gondomar se vieron afectados 1.500 por una incidencia en Chandebrito que técnicos de Fenosa resolvieron a las 13 horas. En los municipios de O Rosal y Oia, una avería afectó en un principio a 3.000 clientes, aunque 2.600 fueron recuperando el suministro, por fases, entre los 23 y los 90 minutos tras el primer aviso. Para la jornada de hoy se mantiene activada la alerta naranja en todo el litoral y en los municipios costeros de La Coruña y Lugo por el paso de la borrasca «Ruth».

Una nueva alerta roja aguará el fin de semana

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