Tras Petra, llegará a Galicia la nueva borrasca Qumaira

Tras más de dos meses de temporales encadenados , Galicia asistía ayer a la llegada de una nueva ciclogénesis explosiva que dejó a su paso ráfagas de viento de hasta 154 kilómetros por hora en el municipio pontevedrés de Cuntis y precipitaciones de 89 litros por metro cuadrado en la provincia de La Coruña. Bautizada bajo el nombre de Petra, esta profunda borrasca se cebó especialmente con la zona de la Mariña lucense, donde las labores de búsqueda del joven barrido por el mar el pasado domingo fueron canceladas ante la altura de las olas que batían la costa, que llegaron a superar los 10 metros. En esta misma localidad, los vientos huracanados asociados a Petra se llevaron por delante la cubierta de un instituto, aunque no hubo que lamentar daños personales.

Con toda Galicia en alerta por la llegada de esta intensa perturbación, a última hora de la tarde el servicio de emergencias 112 había recibido ya más de 350 llamadas. Un reguero de incidencias que se extendió desde las provincias atlánticas hasta el interior de la Comunidad y que se centró en la caída de árboles, el desprendimiento de carteles y señales y en las inundaciones generadas por las continuas lluvias en numerosos puntos de la red viaria gallega, donde la circulación se vio seriamente dificultada.

Uno de los episodios más preocupantes de la jornada se vivió a primera hora de la tarde cuando los cinco tripulantes de un barco daban la señal de auxilio. Se trataba de una embarcación con bandera de Emiratos Árabes Unidos que estaba en apuros a unas 50 millas de La Coruña y que finalmente fue rescatada por el helicóptero de Salvamento «Pesca 2». Su tripulación al completo fue trasladada a Viveiro, en medio del fuerte temporal que azotaba la zona. Allí, los marineros confirmaron que la embarcación —dedicada al transporte de personal, equipos y agua potable para apoyo a instalaciones petrolíferas— estaba en serio peligro de hundimiento.

La intensidad del viento que azotó media Galicia durante buena parte del día activó la alerta en el departamento de Educación, que canceló las clases en los colegios de la Mariña. También en Lugo ocho centros resultaron afectados a causa de la nieve, de forma que un total de 9.163 alumnos de la provincia no pudieron acudir a sus clases. De cara a la jornada de hoy, la Consellería mantendrá abiertos todos los centros escolares de la Comunidad ante la previsión de mejoría. Y es que la alerta por vientos quedará desactivada en prácticamente toda Galicia, a excepción de la costa, que presentará el nivel máximo de alerta por olas que podrán superar los nueve metros.

A falta de una revisión más minuciosa, el ayuntamiento de La Coruña —una de las localidades más afectadas por las borrascas de este invierno— cifraba en unos 700.000 los daños causados por el temporal del pasado fin de semana en la ciudad. Un recuento en el que hubo que tener en cuenta la capacidad del mar para arrancar piedras y adoquines, sobre todo en el paseo marítimo.