Luis Lamas: «No se me ocurre pensar que un concello no pague nuestro servicio»

—Entenderá que nueve euros para los hogares en los que no entra dinero es una cantidad inasumible.

—Claro que lo entiendo, pero lo que no termino de entender es que esos mismos alcaldes críticos, a la vez, suben el IBI u otros impuestos locales que suponen eso al mes. El mayor coste de los ayuntamientos es el del alumbrado público y de tratamiento de residuos, pero no se han quejado por la subida de la energía eléctrica durante estos años.

—¿No había otro sitio donde rascar en vez de perjudicar al ciudadano?

—Los ingresos de Sogama son por tres vías: venta de energía eléctrica, el canon y la venta de envases y materiales recuperados. Por metales férricos y vidrio contamos sacar entre 1,2 y 1,5 millones de euros. Eso, hasta la fecha, iba a vertedero. Este año no hemos hecho parada técnica precisamente para tener un ingreso mayor y vamos a estar en el entorno de las 580.000 toneladas procesadas; el tercer año que se bate el récord. Pero el dinero, ni se crea ni se destruye.

— ¿Y rebajando sueldos? Creo que usted tiene (o tenía) uno mayor que el del presidente de la Xunta.

—No es verdad. El anterior presidente ganaba 134.000 euros anuales, pero mi salario a día de hoy es de 67.000 brutos. Soy de letras, pero sé que eso es la mitad. Sí, tengo coche de empresa. El mantenimiento del anterior, de renting, costaba 1.635 euros al mes. El actual, 725. El anterior tenía conductor, ahora no.

—¿Se modificará el canon a la baja?

—Creo que no. Nosotros lo dijimos desde el minuto uno: la subida no responde a un criterio de oportunidad, responde a un criterio de necesidad. Es decir, la caída de ingresos está entre 13 y 14 millones al año. Todos los productores de energía de este país estamos percibiendo los ingresos desde el día 14 de julio de 2013 a cuenta, es decir, el Ministerio de Industria todavía no ha dicho cuál es el precio al que se nos pagará con efecto retroactivo. Si mañana Soria nos dice que nos paga más habrá que modificar el canon a la baja.

—Pero no cree que eso vaya a pasar.

—Pues... [Ríe]. Vamos a esperar y ver.

—Habla del ministro Soria. ¿Qué opina de la reforma energética?

—En lo que afecta a la energía derivada de residuos creo que no es acertada.

— Avanzó que se analizaría la posibilidad de demandar a los alcaldes que no pagasen las facturas de Sogama. ¿Cree que fructificará esa amenaza?

—Quiero creer que cuando uno está en un cargo público es la responsabilidad la que hace que se tomen decisiones, no el interés político. En este sentido, estoy seguro de que van a pagar. Nosotros teníamos una deuda bastante importante, pero concentrada en muy pocos clientes. En los últimos años estábamos en una cifra de deuda en torno a 17 millones y, de esos, casi ocho eran de la Mancomunidad del Morrazo y cuatro de Pontevedra. La mayoría de los ayuntamientos pagaban y creo que esto va a seguir siendo así porque a mí no se me ocurre pensar que un concello o una mancomunidad a la que se le presta un servicio no lo pague.

—¿Y cuál es la deuda actual?

—Acabamos de cobrar lo último del plan de pagos a proveedores. En este momento estamos entorno a nueve millones, sin descontar los cuatro de Pontevedra, pues en algún momento habrá que ejecutar la sentencia. Ninguno está encantado con cinco millones, pero hay que pensar que aquí llegamos a tener 25.

— Los regidores críticos hablan de otras alternativas a Sogama, pero de 314 concellos, 296 están adheridos a ésta. ¿Es la de Cerceda la mejor opción?

—Las otras dos plantas (Nostián y Barbanza) sacan los productos que sacan... No tengo ninguna duda de que Sogama es la mejor opción, pero no es que lo crea yo, sino que hemos soportado una valoración de la UE el año pasado y las conclusiones del informe ponen de manifiesto sus enormes beneficios en tres ámbitos: el ambiental, el social y el económico para Galicia.

—Redactaron ya un plan de viabilidad.

—Pretendemos traer más residuo en ferrocarril y ahora, lo último que se está estudiando pasa por incrementar la capacidad de tratamiento de la planta, pero sin incrementar la de valorización energética, de incineración. Se trataría de recuperar envases que vienen en el residuo en masa y elaborar algún tipo de material bioestabilizado.