«Lendoiro ha perdido la oportunidad de irse del Deportivo como un señor»

—El jueves, Lendoiro confirmaba que se volvería a postular como candidato a la presidencia.

—Para mí no es ninguna novedad. Siempre supe que él se iba a presentar. Solamente hay que fijarse en su trayectoria vital, porque de ningún sitio ha dimitido. Siempre ha forzado que lo tuvieran que acabar echando. Lo lamento profundamente, porque creo que lo menos que merece sería irse como un señor. Pero tiene una incapacidad biológica para saber cuándo ha terminado su ciclo.

—Parece que al final habrá un tercer candidato, Paco Zas [director general de la constructora Coinasa].

—Yo intenté llegar a un acuerdo con él y al final no fue posible. De todas formas, desde el punto de vista del Deportivo, cuantos más candidatos haya, mejor.

—Pero a usted le viene peor, porque divide los votos contra Lendoiro.

—Mis motivaciones no son de índole personal. Mi objetivo no es que Lendoiro deje el sillón, sino que acabe este estado de cosas de absoluta degradación del club. Lendoiro ha convertido el Deportivo en un régimen caudillista. Nadie puede estar en un cargo representativo veinticinco años como lleva él, porque se acaban confundiendo las esferas institucional y personal.

¿Un club con futuro?

—¿Está el Deportivo condenado a desaparecer?

—No lo creo, aunque si sigue por los derroteros que ha tomado últimamente, desde luego que sí. Pero si se forman estructuras de trabajo y de gestión, que hoy no existen, el Deportivo tiene futuro. Desde luego, no volverá a la Champions en cinco años ni en diez, pero se mantendrá en Segunda y preparará el ascenso a Primera, que es su sitio natural.

—¿Ve realista que, como dijo Lendoiro, el objetivo sea ascender en esta temporada?

—No. Es un equipo incompleto porque no se han hecho las cosas bien. El convenio de acreedores está sin firmar después de casi un año en concurso, cuando antes siquiera de solicitarlo debería estar ya apalabrado. Y, por lo que yo conozco, tampoco se va a firmar a corto plazo.

—¿Es viable que el club sobreviva si pasa un tiempo en Segunda?

—Yo creo que sí. Depende de los términos en los que se firme el convenio, pero los acreedores no pueden tirar 35 millones de euros por la borda.

—¿Se ve con apoyos de los accionistas para llegar a la presidencia?

—Hasta ahora, nunca votó más de un 26% del accionariado. Pretendo convencer al otro 74% y a parte de ese 26%.

—¿Qué haría con las famosas empresas filiales del Deportivo, como la Deportienda o el Playa Club?

—El club se ha convertido, en los últimos diez años, en un holding de empresas parasitarias, que le chupan la sangre al Deportivo. Yo intentaría arrendarlas para que diesen dinero y, si no, las vendería. Si las filiales fuesen un buen negocio, el Madrid y el Barça tendrían mil cada uno.

—¿Qué propone como alternativa a la continuidad de Lendoiro?

—Un proyecto, por lo menos, diferente. Y creo que mejor. Presentaremos a los socios, ante notario, una propuesta que consta de 21 puntos. Si se incumple cualquiera de estos puntos, habrá mecanismos para exigir la retirada del Consejo de Administración.