El coruñés Alejandro López, embajador del champán en España
El ya campeón gallego de sumilleres es el más joven en alcanzar este prestigioso título
LIDIA REY
A pesar de que su inclusión en el campo de la hostelería fue casual, al coruñés Alejandro López Facorro le han bastado cinco años para hacerse un hueco en el mundo de la cata de vinos. Un puesto en el que cada día destaca más ... y más. Tras proclamarse el mejor sumiller de Galicia —título que lo acredita como representante autonómico en el Campeonato Nacional de Sumilleres—, Alejandro sigue escalando posiciones en el ránking de la hostelería al ser nombrado embajador del champán en España .
El sumiller gallego es, además, el más joven en recibir este prestigioso galardón . Un título con el que se alzaba esta semana en Barcelona, tras imponerse en una cata de varios espumosos y ofrecer una clase magistral sobre el champán bajo el título de «Singularidad del Champagne» . Alejandro López Facorro es el tercer gallego que consigue esta distinción, todos ellos miembros del grupo Gallaecia —asociación de sumilleres de Galicia, a la que pertenece—.
Este destacado certamen, que se celebra en la ciudad Condal y en el que se miden formadores y profesionales de todo el país, está organizado por el Centro Interprofesional del Vino de Champagne (CIVC).
Ingeniero y experto en vinos
Su historia no es una de tantas, ni es comparable a las demás. Su aterrizaje en el mundo de la cata de vinos fue casi accidental. Fortuita y casual. Alejandro López se inicia en el campo de la hostelería hace cinco años , a la par que realiza sus estudios de Ingenieria en Diseño Industrial y Desarrollo de Producto. Una formación que poco tiene que ver con la enología.
Este coruñés relataba en una charla con ABC que decidió adentrarse en este mundo para suplir los gastos derivados de los estudios, y «empecé a trabajar en la hostelería, como camarero los fines de semana y en vacaciones, cuando podía, y esto hizo que me fuese metiendo poco a poco en esto».
De padre también sumiller, Alejandro reconoce llevar esta afición en la sangre. «Cuando estás metido en este ámbito, como en todo, siempre es importante ir de la mano de alguien que sepa más que uno mismo, porque así es como se aprende», apunta López. Considera a su padre su mentor en los últimos años , que además de formarle como persona, le ha formado como sumiller. «Se lo debo a él», admite cuando le preguntan por el éxito cosechado hasta hoy.
Actualmente, este joven ejerce como sumiller en el Pazo da Merced, en su ciudad natal, La Coruña . Lo que comenzó como una afición para Alejandro acabó por convertirse en una forma de vida.
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