Las Xuventudes Socialistas radicalizan su discurso
Aitor Bouza, «el candidato de ‘Pachi’» como lo conocen internamente, capitanea a las Xuventudes Socialistas de Galicia con un lenguaje mucho más agresivo que antaño
JORGE PAN
«Estamos en una situación propia de una dictadura», «el presidente del Gobierno actúa de manera absolutista», clamaban las Xuventudes Socialistas de Galicia (XSG) en un acto el pasado 17 de julio. «Al Partido Popular sólo le falta cantar el Cara al Sol en sus ... congresos», afirmaban el seis de agosto en un comunicado. Las referencias al pasado se vienen multiplicando en el discurso de las juventudes del PSdeG durante los últimos meses.
El lenguaje que emplea esta organización recuerda cada vez más al de otras fuerzas parlamentarias situadas mucho más a la izquierda de las coordenadas naturales del PSOE. Las constantes alusiones al franquismo, sea cual sea el tema de discusión, es uno de los recursos más habituales de AGE, comandado por Xosé Manuel Beiras y Yolanda Díaz, a cuya violencia verbal comienzan a aproximarse las otrora moderadas XSG.
Esta organización, comandada desde mayo por Aitor Bouza, no duda tampoco en recurrir a las descalificaciones personales. Sin ir más lejos, hace una semana afirmaban que «la segregación por sexo (en las escuelas) delata alguna frustración psicológica de Wert», el 22 de julio acusaban al PP de «machista» y el 28 de ese mismo mes de «homófobo».
Uno de los asuntos donde más se nota el giro ideológico de las XSG de Bouza es en la cuestión identitaria gallega. Mientras no dudan en firmar sus comunicados, emitidos desde Santiago de Compostela, como «Oficina de Prensa Nacional», y su órgano directivo en la comunidad se denomina a sí mismo «Ejecutiva Nacional», escritos enviados durante los momentos álgidos de la polémica del «tax-lease» decían que la política de Joaquín Almunia perjudica a «regiones como la nuestra».
Un Congreso sospechoso
La progresiva radicalización de las XSG coincide con la llegada a la secretaría xeral de Aitor Bouza, que no estuvo exenta de polémica. Como bien explicó ABC en su día, el XIV Congreso de la organización, que lo eligó como líder, fue impugnado por una parte de la militancia en medio de denuncias de «irregularidades». En particular, denunciaron que se impidiese votar a un grupo de delegados que apoyaban una candidatura alternativa, así como la connivencia entre Bouza y el secretario general saliente del PSdeG, «Pachi» Vázquez.
«La cosa estaba muy ajustada por las dos partes,—declara a ABC un activo militante de la organización— pero la presión del enviado de las Juventudes Socialistas de España, su secretario de Ideas y Programas, Chus Greciet, hizo que una delegación entera, que apoyaba la candidatura de Chema Castrillo, no pudiese participar, decantando así el resultado a favor de Bouza».
En círculos internos de la organización se tilda a Bouza de «candidato de ‘Pachi’», mientras que algunos militantes denuncian a este periódico que el actual secretario general de las XSG negoció con el de O Carballiño «el apoyo de las Xuventudes a cambio de ciertos puestos». Varios miembros de la «cantera» del PSOE consultados por ABC hablan de una Ejecutiva «muy débil» y de una organización «dividida» que, al parecer, el timonel Aitor Bouza quiere comandar hacia la izquierda radical.
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