Cómo funciona el «pedal de hombre muerto»

El sistema del hombre muerto comenzó a utilizarse en los ferrocarriles por el peligro que entrañaría una de estas máquinas circulando sin ninguna persona al mando , pudiendo provocar accidentes. Es lo que se pretende obligando a pulsar este botón o pedal, cerciorarse de que realmente hay una persona manejando el vehículo.

Para lograrlo se instala un pedal en la cabina del tren, que el operario debe pulsar cada cierto tiempo. Dependiendo del modelo de vehículo, también puede haber un par de botones a ambos lados de la cabina, que se pueden accionar con la mano. Si el conductor no pulsa el botón en un margen de tiempo determinado, el sistema interpreta que el tren circula sin gobierno y es entonces cuando se activa la frenada del mismo.

Originalmente el dispositivo era de tipo neumático, es decir, mediante una tubería que se cerraba con una válvula accionada por un pedal que el maquinista tenía que pisar constantemente . Debido a que era fácil anular el sistema, porque cualquier peso puesto sobre el pedal simulaba la presión del pie del maquinista, se inventó el sistema de doble etapa.

En este caso se establece una secuencia de pisado del pedal. A los 30 segundos de haber pisado el pedal se enciende una luz azul de aviso en el control de mandos. Si el conductor no realiza ningún tipo de acción, un par de segundos más tarde suena un aviso. Si de nuevo el conductor no realiza ningún tipo de acción es cuando se activa el frenado de emergencia.

La segunda fase es la de pedal no pisado . En este caso, a los dos segundos y medio de dejar libre el pedal de nuevo se enciende en la consola una luz de alerta. Si no se hace nada entra en acción un aviso acústico. Y si no se hace caso de este aviso, pasados otros dos segundos y medio se produce el frenado automático de emergencia.

La actuación sobre el sistema depende del modelo de tren, y puede tener uno o más pedales , uno o más pulsadores independientes, o mediante un pulsador situado en el manipulador de tracción y freno.

En los trenes más modernos, un ordenador analiza incluso los intervalos en los que se actúa sobre el dispositivo y, si estos son excesivamente exactos unos de otros, de nuevo actúa sobre el freno de emergencia.