teconología ferroviaria
El dispositivo de seguridad más novedoso no llega a Santiago
El sistema europeo está presente en la línea, pero no en los accesos a la ciudad
El dispositivo de seguridad más novedoso no llega a Santiago
Antes incluso de que comenzara la investigación judicial, Renfe y ADIF apuntaron al fallo humano y al exceso de velocidad como principal hipótesis. Sin embargo, el secretario general del sindicato de maquinistas (Semaf), Juan Jesús García Fraile, salía durante la mañana de ayer ... en defensa de su colega y cuestionaba por completo la versión oficial: el sistema de seguridad instalado en ese tramo, el ASFA (Anuncio de Señales y Frenado Automático), disponía de un mayor grado de dependencia del factor humano que el sistema europeo de gestión del tráfico ferroviario (ERTMS, por sus siglas en inglés). García Fraile concluía, rotundamente, que si este último hubiera estado desplegado en la zona del siniestro el accidente «no habría ocurrido».
¿Cuál es la diferencia? ¿Se puede decir que uno es más seguro que otro? Los expertos prefieren dejar al margen el calificativo de «más o menos seguros» . Ambos lo son, explican, aunque es cierto que el ASFA permite un mayor grado de actuación al maquinista que el ERTMS. «La seguridad en la circulación ferroviaria en España es plena. Y no hay que achacar el accidente a la utilización de uno u otro sistema. Ambos han demostrado que han sido capaces de funcionar perfectamente desde hace dos años en esta conexión», recalca Juan Antonio Santamera, presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos.
Dos modelos
El sistema comunitario incorpora un ordenador a bordo de la cabina que calcula la velocidad máxima permitida para rebajarla automáticamente en caso de necesidad, teniendo en cuenta la información que recibe desde la vía férrea procedente de las balizas. En el caso de la línea Madrid-Ferrol el ERTMS se encuentra instalado en las zonas en las que el tren alcanza una mayor velocidad. El acceso de Santiago de Compostela no contaba con este dispositivo, que es el implantado en la mayor parte de los servicios ferroviarios españoles. Fuentes del gestor de infraestructuras señalan que, debido a que la circulación del tren estaba limitada a los 80 kilómetros hora, no resultaba obligatorio instalar el ERTMS.
El ASFA, a diferencia del modelo anterior, realiza la desaceleración automática sólo en el caso de que el maquinista no deje constancia de que reconoce determinadas indicaciones con las que se encuentra durante el trayecto (debe pulsar un botón cuando supera cada señal).
Es lo que en el gremio se denomina sistema de «hombre muerto», ideado para activarse si el maquinista se desvanece o no presta atención a las indicaciones. En cuanto al estado de la línea, fuentes del Ministerio de Fomento hacen hincapié en que tanto las balizas como el resto de la infraestructura se encontraban «en perfecto estado».
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