Documental de un «animal político»
Tras la ajustada victoria electoral del bipartito, el carballinés desembarcó en la Xunta como conselleiro de Medio Ambiente
j. pan
«Pachi» Vázquez demostró a lo largo de su carrera ser, en el sentido más profundo y estricto del término, un «animal político». Recaló en el PSOE desde las filas de un Centro Democrático y Social en descomposición, aunque las malas lenguas siempre aseguraron ... que, antes de decidirse por los socialistas, estuvo sondeando también al PP , subastando su filiación política al mejor postor. Y para conseguir su objetivo de medrar en política lo máximo posible, al parecer «Pachi» hizo la elección correcta. Fue en las listas para las elecciones gallegas de 1993 y, aunque su partido tocó fondo y consiguió solo 19 diputados, el de O Carballiño logró ser uno de ellos.
No obstante, no quedó en O Hórreo más de dos años, y e n 1995 , quizá movido por la morriña, volvió a su tierra natal, esta vez como alcalde. «Pachi» vivió en el consistorio de O Carballiño una de sus etapas políticas más plácidas y duraderas, pues mantuvo asido el bastón de mando durante una década. Se fue porque quiso, no porque le echasen. Y es que en 2005, había elecciones, l a edad comenzaba a hacer mella en Manuel Fraga Iribarne y se cuestionaba que «el León de Vilalba» consiguiese su propia permanencia en Monte Pío y la del PP en San Caetano. La ocasión pintaba bien para el PSdeG y «Pachi» se sumó a un carro que parecía ganador .
De nuevo, la apuesta le salió bien y, tras la ajustada victoria electoral del bipartito, el carballinés desembarcó en la Xunta de Galicia como conselleiro de Medio Ambiente. Poco duró su estancia. El de PSdeG y BNG no fue un matrimonio bien avenido, por lo que en 2009, el presidente socialista de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, tuvo que hacer las maletas . Se cuenta que «Pachi» fue uno de los que forzó su dimisión al frente del partido al tiempo que maniobraba su entrada en la Secretaría General. Dicho y hecho. Pero sus más de cuatro años como secretario no fueron nada fáciles, pues cada día sumaba otra voz crítica a su gestión. No obstante, ganó el congreso contra Espinosa y se presentó a la presidencia de la Xunta , el último mérito que podría sumar a su currículum. Pero su luz se apagó. Se irá de O Hórreo tal y como llegó: habiendo formado parte de otra de las peores derrotas electorales de su partido.
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